Cuando Alejandro Gómez Palomo, Palomo Spain, llegó a la pasarela madrileña en 2016 era un desconocido que daba el derecho a los hombres a llevar volantes y atrevidas aberturas con un descaro, que lejos de considerarlo provocación, asegura que se trataba de “diseños sin miedo, con un lenguaje de hoy”.
Este martes, el Ministerio de Cultura, le ha concedido el Premio Nacional de Diseño de Moda por haber conseguido “hacer valer una mirada propia dentro del sector del diseño de moda, dando voz a la inclusión, a la diversidad y abogando por nuevos formatos de expresión artística a través de una propuesta disruptiva”.
“Estoy superemocionado, superorgulloso del trabajo que hemos hecho”, ha dicho a EFE Palomo, minutos después de conocer el premio desde su taller en Posadas. “Es un reconocimiento precioso a mi equipo y a mi. Méritos tengo. El premio más prestigioso que te pueden dar en España”, a una creación “sin miedo” continúa sin perder la sonrisa. Precisamente, el jurado también ha valorado que la firma esté “basada en el territorio, con su taller ubicado en Posadas (Córdoba), y desde el que ha contribuido a la difusión internacional de la imagen de España”.
A sus 32 años, Palomo forma parte ya parte de la historia de la moda. En 2019, uno de sus diseños se expuso en el museo Metropolitan de Nueva York junto a piezas de John Galliano, Gucci, Balenciaga o Karl Lagerfield, con motivo de la gala MET, que ese año estaba dedicada al estilo 'camp', en el que se marca la frontera que separa las prendas masculinas de las femeninas.
A pesar de su juventud, Alejandro Palomo (Córdoba, 1992), era uno de los diseñadores que siempre quedaba en la terna final para alzarse con el Premio Nacional de Diseño de Moda, que en años anteriores ha ido parar a manos de Teresa Helbig, Antonio Alvarado, Ana Locking, Agatha Ruiz de la Prada o David Delfín.
“Justo hace unos días repasaba mi trayectoria y pensé en lo afortunado que soy al dedicar mi vida a lo que siempre he soñado y que lo que hago llegue a la gente, que haya transcendido y haya aportado lugares nuevos una generación que carecía de un referente de libertad”, indice el creador. Un sueño hecho realidad, que supone una responsabilidad “tremenda, un trabajo muy duro. Me cuesta la vida”, advierte mientras da las últimas puntadas a la nueva colección que presentará en Nueva York en el mes de septiembre. Lo que para muchos eran diseños femeninos en cuerpos masculinos ha sido un comentario que ha pasado de largo.
“Nos hemos afianzado como marca de hombre, con una clientela masculina, que se abre al diseño femenino, de género y sexualidad”, y subraya que sus prendas son para un “señor como mi padre o el más moderno de Nueva York”. Fichó por Jean Paul Gaultier cuando el diseñador francés anunció una colaboración con jóvenes creadores con la que relanzar su línea de prêt-à-porter, un proyecto con el manifestó que Gaultier era un referente. “Mi estilo bebe de su herencia”, señaló en una entrevista con EFE.
“Me han tildado de provocador, pero para mí era natural. He creado sin miedo, con el lenguaje de hoy en día, trasladándolo a la manera de comunicar actual, con sensación de libertad y con el deseo de impactar a la gente”, una actitud que reconoce que ha sido clave en su desarrollo. El creador ha convertido su marca en una firma independiente con la que ha logrado vestir a Beyonce, cuando anunció el nacimiento de sus mellizos; a Eduardo Casanova, Harry Styles, Rosalía, Rita Ora o Miley Cyrus y a una impresionante Chanel en su cita eurovisiva con un traje con más de 50.000 cristales de Swarovski. En 2022 creó junto a Raf Simons y Giles Deacon el vestuario del Ballet de Nueva York para la pieza 'Play Time' de Gianna Reisen.
Jurado en el talent televisivo 'Maestros de la costura', el creador ha sabido cómo acercarse al gran público con una imagen cercana y llena de carisma, que pese al éxito le ha hecho mover su taller del lugar donde creció. Con sus integrantes será con los primeros que va a celebrar el premio. “No ha sido un camino fácil, pero hemos ido teniendo recompensas”, y con especial cariño recuerda la “confianza, la energía y el dinero” invertido por sus padres para que cumpliera su sueño en una profesión que nada tenía que ver con su entorno“.