El banco suizo UBS considera que los precios de la vivienda en Madrid han empezado a estar inflados en 2019. En su "Índice de riesgo de burbuja inmobiliaria global 2019", la entidad afirma que los activos inmobiliarios en la capital española estaban "bien valorados" en 2017 y 2018, pero ahora entran en la categoría de "sobrevalorados". El siguiente paso, en el que están localidades como Ámsterdan y París, es el de las ciudades "con riesgo de burbuja". La capital española ocupa el puesto 17 entre las 24 urbes analizadas, un listado que encabeza por su mayor riesgo Múnich y que cierra Chicago, donde se considera por contra que los activos están infravalorados.
El análisis del banco incluye veinticuatro ciudades en todo el mundo, y este año por primera vez añade Madrid, junto a Moscú, Dubai y Tel Aviv a la selección. "Estas ciudades han despertado el interés de los inversores en los últimos años", explican.
Según aseguran, los bajos tipos de interés han alentado "la burbuja en la Eurozona", llevando a cuatro ciudades europeas (París, Fránkfurt, Múnich y Ámsterdam) a territorio de riesgo. Las otras ciudades en este grupo de peligro para UBS son Toronto, Hong Kong y Vancouver.
Sin embargo, otras ciudades han salido de la zona de riesgo de burbuja por la devaluación de los precios, como es el caso de Londres. Por su parte, ha habido correcciones "bruscas" en la valoración de las viviendas en Vancouver, San Francisco, Estocolmo y Sidney. Registran también bajadas de precio en Nueva York y Los Ángeles, mientras que en Singapur apenas ha habido variación, afirman.
UBS cree que se va a producir un "final del boom" de los precios, a la vista de la "tendencia de ralentización" en la mayoría de las ciudades. El valor medio, explican, se ha congelado por primera vez desde 2012 en el conjunto de los territorios analizados.
"A pesar del colapso mundial de los tipos de interés, la tendencia negativa en los precios de la vivienda probablemente continuará", prevé UBS. Como razones cita que los hogares pueden carecer de los fondos necesarios para comprar un casa o cumplir con los criterios de financiación de los bancos, a lo que une la "incertidumbre de una recesión".
En el caso de Madrid, destacan que la actividad de construcción se ha acelerado y que los precios han aumentado un 30% desde 2012, pero están aún un 25% por debajo del pico de 2007. Afirman que el crecimiento del valor de las viviendas puede continuar, aunque advierten de que estará limitado por la moderación en los ingresos. Recuerdan asimismo que los años de salario que debería dedicar un empleado cualificado para adquirir un piso de unos sesenta metros cuadrados cerca del centro de Madrid ya ha aumentado a seis años.