La tasa de inflación anual en la eurozona descendió una décima en septiembre, hasta el 0,9 %, muy lejos del 2,1 % que marcó el indicador de la evolución de los precios en el mismo mes de 2018, según la primera estimación difundida este martes por la oficina de estadística comunitaria, Eurostat.
Los precios aumentaron en septiembre sobre todo para la alimentación, alcohol y tabaco (1,6 %, frente al 2,1 % en agosto), seguido de los servicios (1,5 %, en comparación con 1,3 % previo), y los bienes industriales a excepción de la energía (0,3 %, estable en comparación con agosto).
Por el contrario, la tasa de inflación fue negativa en el caso de la energía (-1,8 %, frente al -0,6 % en agosto).
La inflación subyacente, que excluye los precios de energía y alimentos frescos por ser los componentes más volátiles, se situó en el 1,2 %, una décima más que en agosto.
La debilidad prolongada de la tasa de inflación llevó al Banco Central Europeo a adoptar en septiembre un nuevo paquete de medidas para impulsar el nivel de precios y la economía de la eurozona, con nuevas rebajas de los tipos de interés y la reanudación de sus compras de deuda.
En España, la tasa de inflación anual se situó en septiembre en el 0,2 %, dos décimas por debajo de la cota registrada en agosto y más de dos puntos inferior al 2,3 % que marcó en septiembre de 2018.
Eurostat publicará el 16 de octubre los datos revisados de la inflación y sus componentes de septiembre.