Ginebra, 2 oct (EFECOM).- La Organización Mundial del Comercio (OMC) fijó hoy en 7.500 millones de dólares la cuantía de las sanciones comerciales que EEUU podrá imponer a la UE por las ayudas ilegales que ha otorgado al constructor aeronáutico europeo Airbus en detrimento de su rival estadounidense Boeing, lo que inclina temporalmente la balanza de esta larga disputa en favor de Washington.
En un esperado fallo arbitral, la OMC determinó los efectos adversos para Boeing en relación con cinco campañas de venta de aviones que Airbus ganó entre 2011 y 2013, y que consideró que el primero hubiese ganado de no haber existido subvenciones para este último.
La evaluación se hizo en base a la entrega de 47 aviones Airbus A380 en los mercados de Australia, China, la UE, Corea del Sur, Singapur y Emiratos Arabes Unidos.
El arbitraje consideró que el importe autorizado es proporcional a los efectos adversos sufridos por Boeing en términos de pérdidas de ventas e impedimentos en la entrega de sus aviones.
Las ayudas consideradas ilegales se refieren a ayudas de lanzamiento de ciertos modelos, así como a la financiación aportada por Francia, Alemania, España y Reino Unido a tipo de interés más bajos que los del mercado y con las que Airbus pudo desarrollar sus aviones más recientes.
El dictamen recuerda también que las ayudas al lanzamiento continuaron existiendo incluso después del 1 de diciembre de 2011, para cuando la UE se había comprometido a cumplir con la decisión original que la OMC dictó en junio de 2010 -declarándolas ilegales- y que fue confirmada por su instancia de apelación al año siguiente.
Estados Unidos había solicitado autorización para imponer represalias comerciales equivalentes a 10.560 millones de dólares, a lo que la UE se opuso durante el procedimiento, pero sin proponer una cifra inferior.
De ahora en adelante las medidas que aplique Washington podrán tomar la forma de la suspensión de concesiones arancelarias para las mercancías de la UE, así como de sus obligaciones frente a los proveedores comunitarios de servicios, con excepción de los servicios financieros.
Sin embargo, esta decisión no constituye el final de esta disputa cruzada entre estadounidenses y europeos y que remonta a quince años atrás.
La OMC deberá pronunciarse el próximo año sobre las sanciones comerciales que esta vez correspondería a la UE aplicar contra EEEU por un litigio paralelo que también está en manos de la organización internacional.
En ese expediente, Bruselas ha denunciado a EEUU por los subsidios concedidos a Boeing y que tras haber sido declarados en algunos casos ilegales podrían dar también lugar a represalias mediante el aumento de aranceles por un monto que la OMC tendrá que fijar.
La UE reaccionó de inmediato una vez conocido el dictamen afirmando que, incluso si EEUU ha obtenido autorización para aplicar represalias comerciales en su contra, éstas serían "miopes y contraproducentes".
Por su parte, Airbus dijo que espera que ambas partes en el litigio puedan llegar a una solución negociada que evite las sanciones, ya que imponer aranceles a los aviones y a componentes aeronáuticos podría generar una "situación de inseguridad" que afectaría a la economía mundial.
En el mismo tono conciliador reaccionó París, que llamó a una "resolución amistosa", ya que lo contrario significaría -desde su punto de vista- "un error económico y político".
La noticia también ha provocado la reacción de la patronal europea, BusinessEurope, que ha pedido que "se reconsidere el uso de aranceles", ya que esto no sólo dañaría a la industria y sus proveedores, sino a otros sectores de las economías de ambas partes.