General Motors (GM) vendió en Estados Unidos 738.638 vehículos en el tercer trimestre del año, un 6,3 % más que en el mismo periodo de 2018, informó este miércoles el fabricante estadounidense de automóviles.
El aumento de las ventas de GM se produjo gracias a los buenos resultados de las cuatro marcas del grupo que registraron aumentos de la demanda durante el periodo.
GM dijo en un comunicado que Buick, que produce vehículos de la gama alta, vendió 50.615 unidades en julio, agosto y septiembre, un 10,2 % más que en el mismo periodo de 2018. Mientras, la marca de vehículos de lujo Cadillac entregó 39.961 vehículos, un 7,2 % más.
Además, Chevrolet, la marca de productos de consumo masivo, ganó un 4,6 % con la venta de 507.273 y GMC, especializada en la producción de camionetas y todocaminos SUV, vendió 140.789 automóviles, con un incremento del 11,4 %.
En los nueve primeros meses de 2019, GM ha vendido en Estados Unidos 2.151.137 vehículos, un 0,8 % menos que en el mismo periodo de 2018.
El aumento de las ventas de GM en el tercer trimestre se produjo a pesar de que durante los pasados 16 días, los casi 50.000 empleados de las factorías del fabricante en Estados Unidos están en huelga para reclamar la mejora de sus condiciones laborales.
La firma J.P. Morgan señaló este martes que la huelga le ha costado a GM de momento más de 1.000 millones de dólares por el parón de 33 centros de producción y 22 de distribución en Estados Unidos.
Además, la inactividad de las plantas estadounidenses está afectando la producción de GM en México y Canadá, cuyas fábricas dependen de los componentes producidos en Estados Unidos.
En los dos países, varias plantas han tenido que realizar paros técnicos. GM reconoció el martes que la planta de montaje de vehículos que cuenta en Silao (México), ha tenido que paralizar su producción. lo que supone que un número indeterminado de los 6.000 trabajadores dejarán de recibir su sueldo íntegro.
Algunos trabajadores de Silao también han denunciado hostigamiento y despidos injustificados por solidarizarse con los empleados estadounidenses en huelga, algo que la empresa ha negado.
En Estados Unidos, GM y el sindicato United Auto Workers (UAW) llevan casi tres meses negociando un nuevo convenio colectivo que regirá las relaciones laborales de la empresa con sus trabajadores durante los próximos cuatro años.
Los trabajadores de GM votaron por declararse en huelga el 16 de septiembre, la primera de GM desde 2007, tras el bloqueo de las negociaciones.
Los trabajadores quieren que GM limite el uso de empleados temporales, mejore las prestaciones sanitarias y que cancele sus planes de cerrar en 2020 las plantas de Lordstown, en Ohio; y de Hamtramck, en Michigan.
GM ha ofrecido 7.000 millones de dólares en inversiones en EE.UU. durante los cuatro años de duración del contrato colectivo, lo que creará más de 5.400 empleos, así como mejoras salariales y mayores pagos de prestaciones sanitarias.
Ayer, UAW anunció a sus afiliados en una carta que había presentado una contraoferta a GM en respuesta a las propuestas "insatisfactorias" de la compañía.