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Subida del salario mínimo a 1.184 euros, el pago de impuestos y más letra pequeña del informe de expertos

Subida del salario mínimo a 1.184 euros, el pago de impuestos y más letra pequeña del informe de expertos

Los especialistas proponen dos posibilidades de aumento, del 3,4% y del 4,4% y abordan varios debates relevantes que condicionan qué dinero llega a los bolsillos de los trabajadores

Claves del “peliagudo” debate sobre si el salario mínimo debe pagar IRPF

La Comisión de expertos y expertas sobre el salario mínimo que asesora al Ministerio de Trabajo ha entregado este miércoles su informe a la vicepresidente segunda, Yolanda Díaz. La semana pasada trascendió el dato más llamativo: la recomendación de subida del SMI (salario mínimo interprofesional), de hasta 50 euros al mes, que lo situaría en 1.184 euros brutos mensuales.

El estudio sitúa dos escenarios posibles de incrementos y aborda varios debates relevantes que condicionan qué sueldo llega a los bolsillos de los trabajadores a final de mes.

La Comisión de especialistas, coordinada por la catedrática Begoña Cueto Iglesias, está formada por personas académicas provenientes de la universidad, asesores de los ministerios de Trabajo, Economía y Hacienda y técnicos de sindicatos (la patronal decidió voluntariamente no participar).

Su principal encargo ha sido actualizar cuál es el 60% del salario medio en España para elevar hasta ese nivel el salario mínimo interprofesional (SMI), la recomendación de la Carta Social Europea a la que se comprometió el Gobierno de coalición desde la pasada legislatura. Además, Trabajo les pidió un informe sobre los efectos que está teniendo el alza de este suelo salarial en la desigualdad en España, pero este aún no está concluido.

La misión de situar el 60% del salario medio, encomendada también a esta comisión en 2021 y 2022, puede parecer sencilla, pero no lo es. En primer lugar, porque hay una gran variedad de estadísticas oficiales sobre salarios que ofrecen resultados diferentes sobre cuál es el sueldo medio y sobre su evolución, debido a sus diversas fuentes. En segundo lugar, por el retraso en la publicación de algunas estadísticas, con un decalaje en los datos de varios años en algunos casos.  

Con este contexto, y varios debates y complicaciones añadidas que se desgranan a continuación y que forman parte de la letra pequeña del informe, los expertos alcanzan un consenso sobre cuánto debería subir el salario mínimo este 2025.

Subida del salario mínimo del 3,4% o 4,4% 

Los especialistas coinciden en que la estadística más completa es la Encuesta de Estructura Salarial cuatrianual, cuyos últimos resultados son de 2022. Con esta referencia, sitúan el salario medio para un trabajo a tiempo completo en los 30.998 euros brutos al año (23.499 euros netos).

A partir de este dato, los expertos han de estimar cuánto ha evolucionado el salario medio desde 2022 hasta 2024. Descartan proyectar la evolución hasta 2025 por la falta de estadística publicadas aún para este ejercicio. Así, concluyen que la referencia más adecuada es la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL), que ofrece datos hasta el tercer trimestre de 2024.

De sus resultados, obtienen dos escenarios posibles de evolución de los sueldos, según “la evolución interanual o teniendo en cuenta la media anual”, ha explicado este miércoles la catedrática Begoña Cueto. Estos escenarios dan lugar a dos posibilidades: subir el SMI un 3,44% o un 4,41%.

Dado el SMI actual de 1.134 euros brutos al mes en 14 pagas (15.876 euros brutos anuales), las recomendaciones son:

– Salario mínimo de 1.173 euros brutos al mes, 39 euros más al mes que ahora, 546 euros más al año.

– Salario mínimo de 1.184 euros brutos al mes, 50 euros más que el actual, 700 euros más al año.

¿Salario bruto o neto?

El informe se pronuncia también sobre otro debate recurrente: si el objetivo del salario mínimo debe ser alcanzar el 60% del salario medio bruto o del neto.

Utilizar un dato u otro ofrece importantes diferencias. Los especialistas muestran un ejemplo, teniendo en cuenta un salario medio bruto hipotético de 34.000 euros al año. Si la referencia del 60% se aplica sobre el salario bruto, el SMI debería situarse en los 20.400, mientras que si se aplica sobre el salario neto (26.020 euros), el SMI debería situarse en los 17.410 euros.

Los especialistas se inclinan por que la referencia para esta meta sea el salario medio neto, una vez descontado el pago de impuestos y de cotizaciones a la Seguridad Social. “Si el objetivo es alcanzar un salario que permita cubrir esas necesidades básicas, tiene sentido que el salario de referencia sea el salario neto, esto es, el disponible para la persona trabajadora”, recoge el informe.

Así, la comisión realiza sus cálculos para que el salario mínimo neto se corresponda con el 60% del salario medio neto. Esto se concreta en dos opciones, según los dos escenarios de evolución salarial contemplados entre 2022 y 2024:

– Un salario mínimo neto de 15.328 euros anuales (1.095 euros netos al mes).

– Un salario mínimo neto de 15.399 euros al año (1.100 euros netos al mes).

El debate sobre el pago de impuestos

Como el salario mínimo se aprueba en términos brutos por parte del Gobierno, los especialistas tienen que hacer esa conversión, en la que en este año se ha cruzado otra discusión relevante: si el salario mínimo debe seguir exento de pagar IRPF.

Hasta el momento, el SMI ha quedado exento de la tributación de IRPF. En los últimos años, ante el gran aumento del salario mínimo (del 54% desde 2018), Hacienda elevó el mínimo exento para que los trabajadores que cobran el SMI no tuvieran que pagar IRPF.

Sin embargo, a la hora de calcular las dos recomendaciones de salario mínimo bruto, Hacienda no confirmó a la comisión de expertos que vaya a elevar de nuevo este mínimo exento, sin aclarar qué hará al respecto. Por ello, los especialistas calcularon las dos opciones de SMI bruto teniendo en cuenta el mínimo exento vigente, lo que supondría que por primera vez algunos trabajadores que cobran el salario mínimo pagarían IRPF.

Esta posibilidad ha supuesto un nuevo foco de polémica, en un “peliagudo” y relevante debate en el que se cruzan argumentos antiimpuestos, las estrecheces de España de cara a cumplir con las reglas fiscales y la meta pendiente como país de abordar una discusión seria sobre quién paga impuestos (y a cuánto asciende).

Si finalmente Hacienda eleva el mínimo exento al nuevo salario mínimo, los expertos precisan en su informe que habría que recalcular las recomendaciones de SMI bruto. De lo contrario, el salario mínimo se situaría algo por encima del 60% del salario medio.

Lupa a si se cumple el salario mínimo

La Comisión llama la atención sobre “la necesidad de conocer el grado de cumplimiento con el SMI”, “una preocupación compartida por el Parlamento Europeo, que en 2020 solicitó a la Comisión Europea la realización de un proyecto piloto para conocer la intensidad del problema”.

Aunque Eurofound publicó resultados de su investigación en 2024, los especialistas consideran que “el trabajo no presenta estimaciones robustas” sobre el problema dada la falta de estadísticas apropiadas, “obteniéndose resultados muy dispares según la fuente utilizada”.

En España, para 2018, las estimaciones de incumplimiento van de menos del 2% según la Encuesta de Estructura Salarial a casi el 12% según la Encuesta de condiciones de vida (ECV), “una encuesta que se enfrenta a serios problemas a la hora de identificar a los trabajadores con salarios inferiores al SMI”, recoge el informe. Hasta el momento, los sindicatos mayoritarios han puesto el foco sobre todo en el campo, como un sector con muchos incumplimientos en el pago del salario mínimo.

Cada vez más trabajadores en el suelo salarial

El informe también pone el acento en una consecuencia de los fuertes aumentos del salario mínimo en los últimos años: cada vez más personas cobran sueldos cercanos al suelo salarial. Una realidad que se explica en un contexto de país de salarios bajos generalizados, más allá del salario mínimo.

“El rápido aumento del SMI producido desde 2019 ha dado lugar al aumento de la concentración de personas trabajadoras en una estrecha banda salarial en torno al salario mínimo, lo que en la literatura se conoce como bunching o agrupamiento”.

Esta situación va acompañada del “peligro potencial de que personas trabajadoras experimentadas o con una cualificación media queden dentro de dicha banda, cuando el salario mínimo debería ser la referencia salarial para las personas trabajadoras sin cualificación o sin experiencia”, añaden los especialistas. 

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