El sector privado acelera la contratación de militares como asesores o directivos en un contexto de incremento del gasto en defensa en Europa.

El goteo empezó a acelerar a partir de 2020, el año del shock del coronavirus, y desde entonces ha habido cerca de cuarenta nombramientos, según una estimación conservadora. La mitad se han producido desde 2022, ya con una guerra a las puertas de Europa, y al menos una docena en el último año.

Destaca Oesía, con más de una decena de ex militares y antiguos altos cargos a sueldo, junto a otras como Maxam, que en 2023 vendió su filial de defensa al gigante alemán Rheinmetall por 1.200 millones de euros. O Indra, que en los últimos días ha batido máximos en Bolsa, en un contexto de fuerte revalorización del sector en Europa, al calor del histórico acuerdo alcanzado el pasado jueves por los 27 en Bruselas para desplegar un gran paraguas de seguridad frente a Rusia, ante la enorme incertidumbre que supone Donald Trump en la Casa Blanca.

Indra, cuyo mayor accionista (28%) es el Estado, y que es la empresa del Ibex que más ha subido desde enero (un 46%), ha protagonizado varios movimientos recientes. En febrero, nombró asesor al teniente general retirado Fernando García y García de las Hijas, jefe del mando de apoyo logístico del Ejército de Tierra hasta el 19 de diciembre. Ocho días después la Oficina de Conflictos autorizó al jefe del Mando Aéreo de Combate hasta septiembre, Francisco González-Espresati, para asesorar a Indra en el ámbito de Defensa y espacial, además de a la italiana Telespazio y la mostoleña Integración Tecnológica Empresarial.

En julio de 2023 Indra fichó como asesor al capitán Juan Carlos Sánchez-Garrido, hasta entonces jefe de la Oficina de Programas del Ministerio de Defensa en San Roque (Cádiz), y designó director de Estrategia al inspector de Hacienda en excedencia Pedro Fuster, con 16 años de experiencia en Defensa, “como asesor para asuntos industriales del Gabinete de la Secretaría de Estado de Defensa con tres gobiernos diferentes y después como Subdirector General (SG) de Gestión de Programas, siendo el primer civil que ha ostentado este cargo”, explica en su LinkedIn.

Un caso polémico es el general de división retirado Francisco Javier Abajo, hasta junio de 2021 director adjunto de la Dirección General de Armamento y Material. Cuatro meses después de jubilarse, fichó por Tess Defence, consorcio de Indra al que había adjudicado más de 2.000 millones en blindados. 

En Tess Defence es consejero desde julio de 2020 el comandante Joaquín Esteban Lefler, que fue representante del Ejército de Tierra en el programa del carro de combate Leopard y en 2017 fichó por el grupo vasco Sapa, presidido por el presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay. Accionista de Tess Defence y dueña de un 8% de Indra, Sapa acaba de nombrar director de Estrategia a Raül Blanco, ex presidente de Renfe y ex secretario general de Industria.

Antes de la invasión de Ucrania, en octubre de 2020, Indra fichó a José Blas, actualmente destinado al Futuro Sistema Aéreo de Combate o FCAS, que desarrolla la multinacional española, y hasta entonces director de Departamento en la Oficina Nacional de Seguridad. Por esas fechas empezó a asesorar al grupo Rubén García, diplomado del Estado Mayor y por el Colegio de Defensa de la OTAN y antiguo comandante del Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de la OTAN en Torrejón de Ardoz (Madrid). 

El segundo mayor accionista de Indra (14,3%), Escribano Mechanical & Engineering, fichó en mayo de 2022 como director de Seguridad Corporativa al coronel Ángel Francisco Moreno Delgado. La empresa de los hermanos Javier y Ángel Escribano, este último, nuevo presidente de Indra tras la marcha a Telefónica de Marc Murtra, la fundó en 1989 en un garaje de Coslada el padre de los actuales gestores (un tornero en paro) y ha tenido una trayectoria fulgurante en los últimos años.

El grupo madrileño fue uno de los proveedores clave de respiradores para el Ministerio de Sanidad durante lo peor de la pandemia. En 2019 contrató al ex secretario de Estado de Defensa Agustín Conde (PP) y al general de División Francisco Rosaleny Pardo de Santayana, hasta ese año director del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas. Fue el sustituto en 2017 de José Gan Pampols, hoy vicepresidente de la Generalitat Valenciana. Rosaleny acaba de ser nombrado director de Inteligencia Competitiva de Indra.

También ha cambiado de aires el ingeniero de la Armada Guillermo Roselló. En 2016 se incorporó a Indra en México y en el ministerio participó en complejos programas como el del submarino S-80. En septiembre fue nombrado director general de Defensa en Thales España. Su paso por la Administración Pública “y por organismos multilaterales como la OTAN, unido a su formación militar le permiten tener un conocimiento profundo de todos los grupos de interés en el sector de defensa”, destacó el grupo francés. 

El pasado verano la vasca Sener anunció el nombramiento como director corporativo de Seguridad del oficial de carrera del Ejército de Tierra Carlos Martínez de Bujo, para cubrir la jubilación del coronel de Artillería José Manuel Prada, fichado en 2015. Martínez de Bujo se incorporó a Sener en 2020 procedente de Defensa. Era jefe de Programa del Plan para la actualización de los Sistemas de Telecomunicación e Información Tácticos.

En 2021, Sener fichó como consultor de su filial aeroespacial al jefe del Estado Mayor de la Defensa hasta enero de 2020, Fernando Alejandre. Meses después, nombró director de Programas de Defensa para la UE y la OTAN y responsable de su oficina en Bruselas al oficial de la Armada Fernando Grávalos, hasta entonces analista de Planificación en la Dirección General de Armamento y Material.

Sener, que en 2009 fichó como director de Estrategia al capitán de fragata Rafael Espinosa González-Llanos, está en manos de una de las familias más ricas de Neguri, los Sendagorta, históricamente vinculados al Opus Dei. Está pilotada por Andrés Sendagorta, capitán de Corbeta y piloto naval de reactores de combate, que hace unos días advertía en El País de la urgente necesidad de que Europa aumente el gasto militar: “Están ocurriendo cosas que habíamos descartado desde la Declaración de Naciones Unidas de 1945, como que no se invaden otros países. O cosas tan elementales como respetar los Convenios de Ginebra de 1949, donde se decía que la población civil había que mantenerla al margen de los conflictos”.

Con unos 500 millones de facturación, los ingresos de Sener crecieron en 2023 un 43%. En las cuentas de 2024 que aprobarán en los próximos meses prevén un aumento similar.

Otro nombre habitual es Airbus. En su filial española es asesor militar del presidente desde 2021 César Simón, hasta entonces jefe del mando aéreo de Combate. El gigante europeo acaba de reclutar a otro diplomático, el ex embajador Juan Ignacio Sell. En julio de 2024 incorporó como asesor a Ignacio Bengoechea, segundo jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio hasta febrero de 2023.

Su sustituto en ese puesto fue Fernando de la Cruz Caravaca, que cesó en noviembre de 2023 y también asesora a Airbus desde hace un año. Bengoechea logró permiso para asesorar asimismo a otras empresas como Spanish Missile Systems (SMS), Ela Aviation y Acento, la firma de lobby fundada por el exministro socialista José Blanco y el popular Alfonso Alonso.

Entre las compañías ajenas al sector de la defensa está la constructora ASCH, del grupo DG Holding. En ella es consejero asesor Alejandro Monedero, que hasta octubre de 2023 fue secretario general del Mando de Apoyo Logístico (MALOG), órgano de apoyo bajo la dependencia directa del Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire, responsable de la dirección, gestión, administración y control de los recursos materiales y el apoyo logístico.

En este apartado destaca Iberdrola, que ha pasado de nombrar consejero en una filial en 2014 al ex seleccionador de fútbol Vicente del Bosque a contratar a varios militares. En junio de 2020 nombró asesor del presidente a Félix Sanz Roldán, director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) hasta julio de 2019 y jefe del Estado Mayor de la Defensa entre 2004 y 2008. En Iberdrola Energía Sostenible es consejero desde octubre de 2022 Rafael Sánchez Ortega, teniente General del Ejército del Aire en situación de retiro y exdirector del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden).

En Iberdrola Energía Internacional es consejero desde el año pasado el teniente general retirado Francisco Bisbal, que también recibió permiso de la Oficina de Conflictos para asesorar a Oesía (no llegó a incorporarse), y a GAM, dedicada a alquilar maquinaria pesada.

Iberdrola y GAM figuran entre las casi diez empresas y entidades para las que pidió poder asesorar el general de brigada Miguel Ángel Ballesteros Martín, director del Departamento de Seguridad Nacional del Gabinete de la Presidencia del Gobierno hasta noviembre de 2023. Otras son Oesía (febrero de 2024), de cuyo comité de Estrategia forma parte, Redondo y Asociados (la consultora de Iván Redondo, ex jefe de Gabinete de Pedro Sánchez), o Llorente y Cuenca.

En la consultora tecnológica Izertis dirige desde 2024 el área de Defensa y Ciberseguridad el oficial de la Armada Joaquín Castellón, capitán de navío que coordinó los trabajos para la Estrategia de Seguridad Nacional 2013, la Estrategia de Ciberseguridad Nacional, la Estrategia de Seguridad Marítima Nacional y la Estrategia de Seguridad Energética Nacional.

Muy centrada en defensa está la consultora TRC. En septiembre de 2022 incorporó como asesor de Seguridad al coronel de caballería Emilio Rico, diplomado en Informática Militar, con máster en Dirección de Sistemas de Información y Telecomunicaciones. Hasta junio de 2022 estaba destinado en el Mando Conjunto de Ciberdefensa.

O Argos, por cuyo consejo asesor han pasado Julián García Vargas, ministro de Defensa con Felipe González, el ex secretario de Estado de Defensa Constantino Méndez (fallecido en 2023), la ex diputada del PP Beatriz Rodríguez-Salmones, un teniente general retirado o un general de división de la Guardia Civil. En 2021 la Oficina de Conflictos autorizó al almirante Salvador Delgado, ex jefe de apoyo logístico de la Armada, a asesorar a esta firma y a otras como Petronor (filial de Repsol).

Otro ejemplo es la ingeniería sevillana Ghenova. En 2020 fichó como director de proyectos Internacionales en el sector Naval y de Defensa a Luis Montero, un civil que hasta octubre de 2017 fue responsable de Sistemas y Telecomunicaciones en el Ministerio de Defensa. Hace un año Ghenova también contrató como director de Seguridad Industrial a Fernando Patricio Martín, ex jefe de Operaciones de la Flota. Procedía de la madrileña GMV, que le fichó en noviembre de 2021 para su departamento de Protección de Materias Clasificadas. 

Esta multinacional con sede en Tres Cantos, vetada por corrupción en Vietnam por el Banco Mundial en 2021, incorporó en 2020 como ingeniero de proyectos para el proyecto Galileo a José Manuel Roldán, jefe de Sistemas de Información en el Ejército de Tierra hasta 2016 y hasta entonces asesor en el Ceseden.

El actual responsable de Seguridad Industrial de Ghenova, Fernando Patricio Martín, es vocal de Relaciones Institucionales de Círculo Ave Fénix, asociación sin ánimo de lucro creada en septiembre de 2021 para facilitar la transición a la vida civil de miembros de las Fuerzas Armadas y los Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE).

“Una vez guardado el uniforme, buscamos aportar nuestro talento al tejido empresarial español”, dice la web de la asociación, dirigida a profesionales que ya han dejado el servicio activo, no a los que están en servicio activo o en situación de reserva con destino. Afirman que han logrado colocar a 30 profesionales en un año. En noviembre de 2022 celebraron un “almuerzo de confraternización” con el presidente y máximo accionista de Oesía, Luis Furnells, que recibió la insignia de la asociación y un obsequio.

El vicepresidente de Círculo Ave Fénix, el capitán de navío José Antonio Portolés, explicaba los motivos de su creación en una entrevista publicada en 2024 en el Boletín para personal de la Armada: “En España actualmente existen más de 13.000 militares (sólo cuadros de mando) en la situación de reserva (a los que habría que añadir los jubilados, y lo mismo en las FCSE). De ellos, solo una media del 7% continúan su vida profesional en las Fuerzas Armadas. Los militares, como referencia, pasamos a la situación de reserva a una edad muy temprana”.

“La razón por la cual decidimos embarcarnos en esta aventura no es otra que el hecho de aprovechar, en el más amplio sentido, la experiencia de aquellos de nosotros que ya habíamos dado el salto al mundo empresarial para ayudar a nuestros compañeros que quieran darlo. Además, aprovechar las ventajas que podrían suponer en términos de colaboración y de búsqueda de oportunidades entre nuestras empresas”.

Círculo Ave Fénix, con la que elDiario.es contactó sin obtener respuesta, no pretende, según su vicepresidente, “ser competencia para Sapromil”, la plataforma que gestiona las salidas profesionales para personal militar y Reservistas de Especial Disponibilidad, facilitando su incorporación voluntaria al ámbito laboral civil. Este mecanismo oficial, según Portolés, está “muy orientado a marinería y tropa, lo que está fenomenal, porque han establecido acuerdos para aprovechar el talento de la gente”.

“No queremos competir, sino complementar eso”, aunque en el Círculo “tenemos un cabo primero de Infantería de Marina que es un alto cargo de una empresa importante. O capitanes del Ejército de Tierra que han creado sus propias empresas como autónomos y están teniendo un éxito impresionante. Se trata de aprovechar el talento de la gente”. 

Para Pere Ortega, investigador y presidente honorario del Centro Delàs de Estudios por la Paz, el trasvase de militares a empresas de armamento “es una constante” que va a más ante “la situación actual, armamentística, belicista y militarista que han tomado nuestros líderes europeos, incluyendo el español, dado el incremento brutal del gasto militar”, un contexto “favorable a las puertas giratorias de militares y también políticos”.

Este experto recuerda que de Estados Unidos vienen “alrededor del 65% de todas las compras de armas que hacen los miembros europeos de la OTAN”. Ve al sector “revolucionado” en un sentido “equivocado”, el de “la carrera armamentística frente a Rusia”. Reclama apostar por la “coexistencia” con el régimen de Vladímir Putin y la senda del “desarme” que marca la ONU “para que nadie se sienta amenazado”.