El grupo Volkswagen no va a frenar su apuesta por Estados Unidos por la amenaza de nuevos aranceles que la Administración de Donald Trump mantiene sobre la mesa.

La multinacional alemana ha presentado este martes sus resultados de 2024 y gran parte de las preguntas de los medios de comunicación se han centrado en cuáles van a ser sus planes en el mercado norteamericano, sobre todo por la amenaza de aranceles sobre los vehículos producidos en México y Canadá y los nubarrones económicos que se ciernen sobre el mercado estadounidense. Y la respuesta ha sido clara: “Queremos crecer en EEUU”, han recalcado.

“Tenemos raíces en Estados Unidos”, ha asegurado su consejero delegado, Oliver Blume. Ha citado tanto los planes de inversión, como las factorías de la multinacional en Estados como Carolina del Norte y Tennessee. También el acuerdo que hace meses cerraron con Rivian, para crear una empresa conjunta centrada en los coches eléctricos. “Tenemos una cuota de mercado del 4%” en el que “es el segundo mercado de coches del mundo”, ha recalcado Blume.

El directivo ha focalizado el interés de Volkswagen en el mercado norteamericano, sobre todo, en el potencial a futuro de la tecnología eléctrica (que es donde se centran sus fábricas estadounidenses), pero no en toda la gama de coches. “Estamos enfocados en los segmentos de los SUV grandes y de los Pick Up, no con las marcas tradicionales”, ha matizado. Principalmente, con la enseña Scout, de la que compraron sus derechos para “revitalizarla, es parte de nuestra visión para el futuro”, ha asegurado.

Y en esa estrategia a futuro también entra Cupra. De hecho, esta enseña de Seat puede formar parte de su apuesta local, porque Volkswagen no descarta su producción dentro del país norteamericano. Se trata de un “mercado muy atractivo para Cupra” por la “imagen de la marca” que se ha conseguido. “Tenemos un enfoque específico”, ligado a un diseño con características propias para ese mercado.

Sin embargo, también ha reconocido que no hay nada decidido porque “es importante ver la realidad”, en referencia a la situación del mercado. “Queremos, pero hay que mirar con detalle y eso significa”, ha apuntado que habrá que analizar “qué sitios estudiamos para la producción”, si esta se decide. “Paso a paso, ver qué sucede”, ha añadido.

Sobre qué impacto pueden tener los aranceles, Volkswagen no ha entrado al detalle. En parte, han justificado sus directivos, porque aún no se sabe si se van a imponer sobre las importaciones que Estados Unidos haga de Canadá y México, ni qué sucederá con la Unión Europea ni si habrá medidas de reacción por parte de estos como contrapartida.

En cuanto a los resultados de 2024, Volkswagen cerró el año con un beneficio de 12.394 millones de euros, lo que supone un descenso del 30,6% respecto al año anterior. El motivo, su paso atrás en China, donde sus ventas de coches han caído un 10%. Todo, en un año donde Volkswagen anunció una profunda reestructuración de su producción en Alemania, que pasará por un severo recorte de plantilla durante los próximos años, pero pactado con los sindicatos.

Sin embargo, su facturación se ha mantenido estable a escala global y se ha situado en los 324.656 millones de euros.

En sus resultados, Volkswagen desglosa las cifras básicas de Seat/Cupra. Sus ventas en unidades, durante 2024, crecieron un 5,8%, hasta los 637.000 vehículos. Cifra que, según apunta en su informe anual, también recoge las unidades A1 fabricadas para Audi. Mientras, sus ventas en euros avanzaron un 1,37%, hasta 14.530 millones de euros. Y su beneficio operativo, un 1,28%, hasta situarse en 633 millones.

“El eléctrico Cupra Tavascan, el Cupra Terramar y el Cupra León han tenido un lanzamiento exitoso”, indica la multinacional en su informe de resultados. También que para este año habrá nuevos diseños y avances tecnológicos en el Seat Ibiza y Arona.