El director italiano Roberto de Feo da una vuelta al género cinematográfico de terror en su última película, "The Nest" (El nido), en la que toma un protagonismo el ambiente opresivo que confiere la mansión victoriana en la que se desarrolla la acción.
"The Nest", que se proyecta este domingo dentro de la sección competitiva Fantástico del festival, se centra en Samuel, un niño paralítico que vive con su madre en una gran casa aislada en el bosque, la cual tiene prohibido abandonar.
La llegada de la joven criada Denise aportará algo de luz a la estricta rutina del muchacho, pero la madre seguirá vigilando de cerca todos sus movimientos.
A través de decorados tan suntuosos como opresivos y de la atención al detalle atmosférico, "The Nest" entronca con la tradición del mejor fantástico italiano.
En la presentación del filme, Roberto de Feo (Bari, 1981) ha explicado que su pretensión era "hacer una película de terror, pero no de terror clásico, no quería que salieran monstruos ni provocar sobresaltos en el espectador" y su intención era "hablar de relaciones sociales, del vínculo de un niño con su madre, que pretende protegerlo de un mundo exterior peligroso".
Precisamente, admite De Feo que se puede hacer "una lectura metafórica" en el sentido de ofrecer ese mensaje de "un mundo exterior amenazante", si bien el director ha querido "huir de una lectura pesimista" para que el espectador piense que "ese mundo irá a mejor y que al final la belleza triunfará sobre el horror".
El espectador asiste a la evolución del niño, Samuel, que intenta sobreponerse a las limitaciones, físicas y maternales, y que acaba viendo, junto con su joven asistenta, que la única manera de sobrevivir es abandonar la casa, dejar el nido, fuera de la sobreprotección de la madre, un trayecto que tiene referentes en el cine como la Alicia de Lewis Carroll o la Chihiro de Miyazaki.
De Feo no se considera un enemigo del género y de hecho la mansión victoriana, un elemento habitual del terror gótico, se convierte en un personaje más del filme.
Su interés era "hacer una película de terror clásica, pero original, que saliera de los cánones, que pudiera ser vista como una película francesa o italiana sobre la familia, aunque al final sí que evoluciona hacia el horror clásico".
Los jóvenes actores Justin Korovkin y Ginevra Francesconi, que interpretan a los dos personajes infantiles, han coincidido en sus elogios al director: "Trabajar con él ha sido magnífico, y además es una persona muy empática". Korokin considera que "la metáfora del filme es real, vivimos en un mundo cruel y despiadado".
La actriz Francesca Cavallin, que interpreta el papel de la madre, ha asegurado que para afrontar el personaje se basó en su propia experiencia como madre: "Recuerdo que tras el parto, y con mi hijo sobre mí, piensas que has dado vida a un ser humano y tuve la sensación de que si alguien quisiera hacerle daño estaría dispuesta a matar".
Jose Oliva