El Gobierno ha anunciado un plan para las comunidades productoras afectadas por los aranceles de EEUU -como la reducción de peonadas para Extremadura y Andalucía- y junto al sector exige una respuesta firme a Bruselas, donde este miércoles acude el ministro Luis Planas para analizar la situación.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha asegurado -en un acto político en Jaén- que habrá un plan de acción para el sector agroalimentario y ganadero en todas las comunidades autónomas afectadas, "cada cual con sus instrumentos".
En este sentido, Sánchez ha detallado que este plan incluiría en Extremadura y Andalucía la reducción de las peonadas necesarias para poder acceder al subsidio agrario.
Mientras, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, se ha reunido este martes con representantes de la organizaciones y cooperativas agrarias y la industria agroalimentaria, y ha insistido en la necesidad de unidad.
Aunque "no es bueno para nadie" entrar en una "guerra comercial", los intereses "deben ser defendidos firmemente" y eso requiere "consenso", ha afirmado.
Planas ha cifrado en 200 millones lo que tendría que desembolsar el sector si entran en vigor las tasas (en un cálculo a partir de los 765 millones de euros de negocio que cada año generan las ventas de los productos españoles afectados).
El ministro se reunirá mañana miércoles con los aún comisarios de Comercio, Cecilia Malmström, y de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, para analizar la situación y conseguir un aplazamiento de la entrada en vigor de los aranceles o su cancelación.
Entre las medidas que se plantea solicitar a la Unión Europea (UE), si se mantiene la decisión estadounidense, está el almacenamiento privado de aceite (una de las producciones más afectadas), el apoyo a la promoción para buscar terceros mercados y ayudas para el sector, como las que ya se otorgaron en casos como el veto ruso a productos comunitarios.
Desde el sector, y en declaraciones a los medios de comunicación tras el encuentro con Luis Planas, han insistido en rechazar que se les utilice como "moneda de cambio" en las disputas comerciales internacionales, en expresar con "contundencia" su "rechazo" al anuncio de EEUU y en exigir una respuesta firme a la Unión Europea.
El presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Ángel Villafranca, ha manifestado que espera que la UE sirva de "paraguas" bajo el que "sentirse respaldado" en estos momentos.
El presidente de la organización agraria Asaja, Pedro Barato, ha reclamado "compensaciones económicas para paliar la situación" si finalmente entran en vigor las tasas.
El secretario general de COAG, Miguel Blanco, ha señalado que, de producirse la subida arancelaria, "habrá que ir a un plan B" con acciones como la intervención pública de los productos afectados.
Lorenzo Ramos, secretario general de UPA, no entiende que la Organización Mundial del Comercio (OMC) permita usar los productos alimentarios en los "vetos o aranceles" a causa de problemas en otros sectores.
Desde la Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), su director general, Mauricio García, confía en la acción "decidida" de la UE, pues una "guerra" no interesa a nadie y "daña" las relaciones comerciales y la "confianza" entre los países.
El presidente de la Asociación de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva, (Asoliva), José Pont, ha recordado que la tasa se aplica a los envasados pero no al granel: "Te enfrentas al dilema de perder el mercado, asumir un 25 % o envasarlo en EEUU, que es lo que quiere Trump".
El director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luis Benítez, ha expresado su temor al inicio de una "guerra comercial" entre la UE y EEUU que vaya "in crescendo"; mientras que el secretario general de la Asociación de Exportadores e Industriales de la Aceituna de Mesa (Asemesa), Antonio de Mora, ha apostado por responder a Estados Unidos "con las mismas armas".
Para el presidente de la Federación de Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), Jorge Brotons, el arancel supone la "puntilla" a un destino que se estaba complicando en los últimos años por "todas" las barreras fitosanitarias.
A la reunión han asistido también representantes de la industria láctea y cárnica así como miembros del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.