El presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, ha dicho este lunes que la entidad tiene exceso de capital, lo que les permite abordar operaciones "inorgánicas" (compras y fusiones) que acompañarían su vocación de crecimiento orgánico.
En la rueda de prensa posterior a la firma en Madrid de la compra del Banco Caixa Geral por parte de Abanca, Escotet ha precisado finalmente que el coste de adquisición de la entidad portuguesa ha sido de 384 millones de euros, por encima de los 364 millones previstos en noviembre de 2018 cuando se cerró la venta por parte del Gobierno luso.
El presidente de la entidad con sede en A Coruña ha dicho que tienen vocación de crecimiento y el exceso de capital con que cuenta le permite abordar compras o fusiones, aunque ha descartado volver a intentarlo con Liberbank, sobre la que hizo un intento de lanzar una opa en febrero pasado.
Ha recordado que los reguladores bancarios, tanto el Banco de España como el Banco Central Europeo (BCE), defienden la necesidad de abordar fusiones, aunque, en su opinión, las transfronterizas en Europa son "complicadas".
Los tipos van a seguir en niveles bajos durante, al menos, cinco años más y la actividad económica va a ser menos vigorosa, con lo que una combinación de políticas monetaria y fiscal pueden ayudar a la recuperación del crecimiento y, por tanto, del negocio bancario, pero el escenario pide nuevos procesos de integración. "Y esa es nuestra vocación", ha concluido el presidente de Abanca.
Escotet ha firmado hoy con el presidente ejecutivo de Caixa Geral de Depósitos, Paulo Macedo, el contrato de adquisición, que refuerza la dimensión ibérica de Abanca a través del fortalecimiento en Galicia y en toda la zona fronteriza con Portugal, especialmente en Extremadura, además de en Madrid.
El precio final es algo superior (de 364 millones previstos en noviembre de 2018 cuando se cerró la operación a 384 millones) porque el banco luso está bien capitalizado y dispone de un patrimonio de 530 millones.
La operación se cerrará completamente en febrero o marzo, cuando desaparecerá la firma Caixa Geral y toda la operativa se integrará bajo la marca Abanca, a la que la lusa suma unos 7.000 millones de euros de volumen de negocio, 131.000 clientes y 110 nuevas oficinas.
Con ello, la entidad resultante tendrá a cierre de este año un volumen de negocio de 85.420 millones, 2,3 millones de clientes, más de 800 oficinas y más de 6.000 empleados. Será, según sus datos, la séptima en España por fondos propios y la octava por volumen de activos.
Escotet ha eludido precisar si llevarán a cabo una reducción de plantilla una vez que sea efectiva la integración: "trataremos de mantener el mayor empleo posible sin renunciar a la eficiencia", ha señalado.
Según el consejero delegado de la entidad gallega, Francisco Botas, además de reforzar las posiciones de Abanca en Galicia, Extremadura y Madrid, la integración de Caixa Geral complementa la base de clientes en seguros, banca privada, pymes, sector agrario y mercados transfronterizos.