El ministro de Hacienda argentino, Hernán Lacunza, se mostró este martes confiado en que su país logre un "rápido" acuerdo de renegociación de deuda con sus acreedores si el presidente Mauricio Macri resulta reelegido en los comicios del próximo día 27.
"En el caso de que el voto popular nos acompañe, el escenario financiero mejoraría sustancialmente y eso permitiría una rápida negociación con los acreedores", afirmó el ministro en rueda de prensa.
Lacunza dijo que se debe entablar una conversación "sincera" con los acreedores privados, con los que tanto Macri como su principal rival electoral, el peronista Alberto Fernández, pretenden negociar mayores plazos de pago de los bonos públicos de deuda.
A su juicio, esa negociación debe ser "voluntaria" y "amigable", pero, además, "rápida", lo cual no quiere decir "urgente" pero "tampoco se puede esperar nueve meses".
El objetivo, señaló, es que Argentina logre tener un programa de pagos de deuda "sustentable en el tiempo" pero además que el país pueda recuperar el acceso a los mercados voluntarios de deuda.
Lacunza sostuvo que "las condiciones de la negociación dependen de la trayectoria fiscal que Argentina esté dispuesta a comprometer" ante los acreedores.
"Se puede hacer algo más hostil, más agresivo, que es más oportunista en el corto plazo pero más gravoso en el largo plazo, o se puede hacer algo más amigable, que exija un mayor esfuerzo fiscal, pero que permita volver más rápido antes al mercado voluntario de deuda", expresó.
Sobre el nivel de endeudamiento del país, precisó que a finales de septiembre la deuda ascendía a 315.000 millones de dólares (equivalente al 68 % del PIB), de los cuales 126.000 millones están en manos de acreedores privados y 75.000 millones corresponden a deudas con organismos internacionales.
En cuanto a las cuentas públicas, detalló que en los primeros nueve meses del año Argentina acumuló un superávit fiscal primario de 23.000 millones de pesos (386,5 millones de dólares), equivalente al 0,1 % del PIB, frente a un déficit del 1 % del PIB en igual período de 2018.
Por otra parte, Lacunza negó, tal como lo afirma la oposición, que los 45.000 millones de dólares que hasta ahora Argentina ha recibido en virtud del acuerdo de 2018 con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se hayan perdido por fuga de capitales.
En este sentido, aseguró que "no hay ninguna asociación entre el préstamo del Fondo y la fuga de capitales" ya que el dinero prestado por el organismo se usó "en un 90 %" para cancelar servicios de deuda.
Lacunza viajará este miércoles a Washington para participar de reuniones con grupos de inversores y autoridades del FMI.
"Esta semana es la reunión anual del FMI, así que nosotros vamos como país miembro. Vamos a tener las reuniones con todos los países. También tenemos prevista una reunión con la directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva, y con (el primer subdirector gerente) David Lipton, que va a ocurrir el día viernes y me va a acompañar el presidente del Banco Central, Guido Sandleris", detalló.
Lacunza indicó que hoy viajarán funcionarios de la segunda línea del Ministerio de Hacienda para una reunión técnica con el "staff" del Fondo para abordar el programa con Argentina, cuyo tramo por 5.400 millones de dólares, que iba a ser otorgado en septiembre, quedó en suspenso tras el revés electoral sufrido por Macri en las primarias de agosto.
"No va a haber esta semana definición sobre el desembolso porque no está previsto que lo haya. Vamos a una reunión de seguimiento para compartir con más detalle los resultados del cumplimiento de metas fiscales del tercer trimestre", dijo Lacunza.
Sostuvo que es su "obligación es, gane quien gane" las elecciones, "allanar el camino para que el Fondo esté listo con la Argentina para discutir la continuidad del programa después del resultado electoral".
Lacunza también se refirió al informe de Perspectivas Económicas Globales difundido este martes por el FMI, en el que el organismo sostuvo que la economía de Argentina se contraerá un 3,1 % en 2019 y un 1,3 % en 2020.
"Las perspectivas del FMI son un poco más negativas de las que nosotros esperábamos, pero no mucho", sostuvo Lacunza.
Indicó que el proyecto de ley del Presupuesto 2020 prevé una caída del PIB del 2,6 % para 2019, "de modo que no hay diferencias sustantiva en esa expectativa", pero difirió respecto del pronóstico para 2020, para cuando el Gobierno proyecta una crecimiento del 1 %.
"Sí creemos para el año que viene que la Argentina, resuelta la incertidumbre política y la incertidumbre financiera, estaría en condiciones de retomar el crecimiento antes de mediados del año próximo", dijo.