El nuevo presidente del Banco Mundial (BM), David Malpass, reiteró este miércoles el "compromiso" de la institución consigo al frente para encarar la crisis climática y advirtió que el organismo "probablemente" vuelva a rebajar sus previsiones globales a comienzos de año.
"Sé que había escepticismo en un amplio número de temas, sobre el cambio climático, sobre si tenía experiencia en desarrollo, que no estaba bien sustentado", señaló Malpass en un encuentro con un reducido grupo de periodistas, entre ellos Efe, en el marco de la asamblea anual conjunta del organismo y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Malpass salía así al paso de las dudas planteadas al llegar al BM tras ser nominado por el presidente estadounidense, Donald Trump, quien sacó a Estados Unidos del Acuerdo del Clima de París y puso en entredicho en varias ocasiones la veracidad del calentamiento global.
El respaldo de Trump a Malpass provocó recelos entre los activistas medioambientales ante un posible repliegue de la institución a la hora de apostar por las energías renovables y la lucha contra el cambio climático.
"El banco tiene compromisos sobre el cambio climático y medioambientales, que se mantienen y que son una parte fundamental del trabajo del banco", remarcó el nuevo jefe del BM, quien asumió el cargo hace seis meses.
Malpass subrayó que el banco es el "mayor financiador único" de proyectos medioambientes y contra el cambio climático en el mundo y que de "todos los fondos aportados por instituciones multilaterales de desarrollo" el BM "provee la mitad".
Por otro lado, comentó la desaceleración de la economía mundial y apuntó a que la institución podría volver a rebajar sus previsiones de crecimiento ante la caída en el comercio y la inversión.
"Si miramos los datos hoy, probablemente estamos mirando a una rebaja aún mayor de nuestra revisión a la baja de junio", dijo Malpass.
En junio, el BM situó el crecimiento global en un 2,6 %, tres décimas menos que a comienzos de año.
Malpass, que fue subsecretario del Tesoro durante los primeros años del mandato de Trump, evitó sin embargo mencionar la disputa comercial entre EE.UU. y China como uno de los frenos al crecimiento global.