Luis Nava, el exsecretario del fallecido expresidente de Perú Alan García (1985-1990 y 2006-2011) y presunto testaferro del mismo, confesó a la Fiscalía que el exmandatario recibió dinero de la constructora brasileña Odebrecht tanto durante su campaña electoral como después cuando ya era presidente.
Según la confesión de Nava publicada este jueves por el portal IDL Reporteros, Nava se acogió a la colaboración eficaz (delación premiada) en la investigación que la Fiscalía le sigue por presuntamente haber recibido de Odebrecht 4 millones de dólares en una cuenta bancaria de Andorra.
Nava, en prisión preventiva desde abril, relató a los fiscales a cargo del caso que Alan García recibía el dinero de Odebrecht de manos del exdirector de la empresa en Perú, Jorge Barata.
Las entregas de dinero eran en efectivo la mayor parte de las veces y los billetes llegaban a García dentro de maletines, mochilas o incluso loncheras.
Según Nava, la primera vez que tuvo conocimiento de las entregas de dinero de Odebrecht a García fue en una cena en casa del excongresista aprista Luis Alva Castro, a donde Barata llegó con un maletín con 150.000 dólares que fueron utilizados para financiar la campaña a la Presidencia.
Después Barata visitó en cinco o seis ocasiones la sede del Partido Aprista, a donde siempre llegaba con una lonchera que contenía unos 60.000 dólares, de acuerdo al relato de Nava.
Una vez en la Presidencia, el exdirector de Odebrecht en Perú visitó hasta en 19 ocasiones el Palacio de Gobierno de Lima para dejar siempre maletines a García.
La versión de Nava es que Barata pagó al expresidente 60.000 dólares el 31 de diciembre de 2006, 600.000 dólares el 6 de abril de 2007 y 20.000 dólares el 27 de septiembre de 2007. A veces los maletines fueron acompañados de ostentosos regalos como relojes de lujo de las marcas Rolex y Patek Phillippe.
Nava relató que en una ocasión él recibió uno de esos maletines para hacérselo llegar a García, pero que no pudo abrirlo ni contar el dinero porque tenía una clave que solo conocían el empresario y el expresidente.
Asimismo, señaló que los dos tenían una palabra clave para pasar a hablar en privado cada vez que Barata quería tratar alguna cuestión que no quería que nadie más escuchase.
Nava añadió que en otra ocasión García le ordenó pedirle a Barata una transferencia bancaria de 20.000 dólares para celebrar su cumpleaños, de los que 2.000 fueron para bebidas alcohólicas.
El abogado de Nava, Raúl Noblecilla, explicó al Canal N que "su patrocinado "está participando activamente para apoyar no tanto la tesis de la Fiscalía sino que se pueda llegar a la verdad".
Por su parte, Ricardo Pinedo, también exsecretario personal de Alan García antes de su muerte, criticó a Nava por "echar la culpa nuevamente a un fallecido cuyos abogados ya no tienen acceso al expediente".
Pinedo aseguró que no es casualidad que Nava diga esto cuando está por verse en un juzgado la posibilidad de que salga de la cárcel con arresto domiciliario o libertad condicional.
García se suicidó en abril con un disparo en la cabeza cuando iba a ser detenido por la Policía por presuntamente haber recibido sobornos de Odebrecht y haber incurrido en lavado de activos.
Hasta su muerte, el expresidente negó ser receptor de los al menos 24 millones de dólares en sobornos que Odebrecht pagó por adjudicarse la construcción de la Línea 1 del Metro de Lima.
El caso Odebrecht lleva sacudiendo la política peruana desde hace casi tres años por las revelaciones de los sobornos y donaciones irregulares para las campañas electorales que realizó entre 2005 y 2014, como parte del caso Lava Jato, el gran escándalo de corrupción de Brasil que también salpicó a una docena de países de Latinoamérica.
Además de García, en el caso Odebrecht también están investigados los expresidentes Alejandro Toledo (2001-2006), pendiente de que Estados Unidos apruebe su extradición; Ollanta Humala (2011-2016), para quien la Fiscalía pide 20 años de cárcel; y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), en arresto domiciliario.
También están en prisión preventiva la líder opositora Keiko Fujimori, por obstruir las investigaciones de los aportes irregulares a su campaña, y la exalcaldesa de Lima Susana Villarán, a la que Odebrecht financió la campaña contra su revocatoria.