Los miembros del Fondo Monetario Internacional (FMI) debatieron durante su asamblea anual cómo aumentar la "presión de grupo" para que los países accedan a seguir y mejorar las reglas globales del comercio, aseguró este sábado la nueva directora gerente de la institución, Kristalina Georgieva.
En una rueda de prensa al término de la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial (BM), Georgieva pidió mirar más allá de la guerra comercial entre Estados Unidos y China a la hora de diagnosticar por qué "el comercio no está desempeñando su papel como agente para el crecimiento" económico global.
"Tenemos que dilucidar cuáles son las razones por las que no estamos haciendo más avances en el comercio, y no son solo las relaciones entre Estados Unidos y China", opinó la economista búlgara, que este mes reemplazó a Christine Lagarde al frente del FMI.
Uno de esos posibles motivos, según Georgieva, es que "la economía hoy es cada vez más una economía de servicios, una economía de comercio electrónico, pero esas son áreas que a los acuerdos comerciales les cuesta cubrir".
"En las conversaciones que hemos tenido aquí (en la asamblea anual) hemos mejorado nuestro entendimiento de qué temas tienen que abordarse, y de (la necesidad de) construir presión de grupo para que todo el mundo se ajuste al manual de las reglas del comercio, y esté dispuesto a ampliarlo y mejorarlo", añadió.
La asamblea anual comenzó esta semana con un tono pesimista, después de que el FMI pronosticara en su informe de Perspectivas Económicas Globales que la economía mundial crecerá solo un 3 % este año, su ritmo más bajo desde la crisis financiera global de 2008.
Pero Georgieva afirmó que la cita del FMI y el BM ha servido para avanzar en la reflexión sobre la guerra comercial, porque "hasta ahora hablábamos de los costos" relacionados con ella y "ahora sabemos quién incurre este costo, y es todo el mundo".
"Hemos determinado que hay una cadena de costo y consecuencias, que va de las tensiones comerciales a la incertidumbre, de ahí a la ralentización de las inversiones, de ahí a la ralentización del crecimiento, de ahí a la erosión potencial del empleo y de ahí a la erosión de la confianza de los consumidores", explicó.
Por eso, hay que presionar a todos los países a que se "tomen en serio sus obligaciones con el comercio internacional" porque cuando empiezan a ver cómo se reducen las inversiones en sus sectores manufactureros, "sabemos que de ahí iremos a parar a una pérdida de confianza de los consumidores", agregó.
Junto a la guerra comercial entre Washington y Pekín, el otro tema más comentado en la reunión entre los principales líderes económicos mundiales fue el acuerdo para un "brexit" o salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) recién firmado por Londres con Bruselas, pero pendiente de ratificación en el Parlamento británico.
Al respecto, Georgieva se limitó a indicar que "encontrar una solución al 'brexit' podría ayudar a reducir las incertidumbres" que lastran la economía global.
Un día después de que los países del G20 acordaran en Washington que actuarán para regular criptomonedas como Libra de Facebook antes de que puedan entrar en circulación, Georgieva recordó que es "inevitable que se expanda el dinero digital".
Pero también subrayó la "necesidad de tener en cuenta la estabilidad monetaria" global.
Mientras, el Comité Financiero y Monetario Internacional, el principal órgano ejecutivo del FMI, confirmó este sábado que amplía hasta final de 2023 el plazo para reformar la estructura de cuotas del organismo, que iba a concluir en 2020.
La decisión se interpretó como un intento de evitar un choque frontal con Estados Unidos, que se ha opuesto hasta ahora a una reforma que daría un mayor peso a China y otros mercados emergentes en la toma de decisiones del FMI.
"La revisión se extiende de 2020 a no más tarde del 15 de diciembre de 2023", indica el comunicado final de la reunión del comité ejecutivo.