La multinacional estadounidense Google confirmó este viernes los rumores desatados a principios de semana y anunció oficialmente un acuerdo para adquirir la firma de tecnología para el deporte y la salud Fitbit por 2.100 millones de dólares.
Google se hará así con el que sigue siendo uno de los mayores actores en el mercado de las aplicaciones y dispositivos vinculados a la actividad física y de medición del ritmo cardíaco, pasos, calorías quemadas y distancias recorridas, entre otras variables.
De este modo, pasará a competir directamente en este segmento con Apple, cuyo reloj Apple Watch realiza funciones similares y al que la compañía de la manzana mordida ha centrado durante los últimos años en el ámbito de la salud y el deporte.
"Trabajando codo con codo con el equipo de expertos de Fitbit, y aportando la mejor inteligencia artificial, software y hardware, podemos ayudar a estimular la innovación en la tecnología y crear productos que beneficien a todavía más personas en el mundo", indicó al anunciar el acuerdo el vicepresidente de Google para dispositivos y servicios, Rick Osterloh.
Fundada en 2007 bajo el nombre de Healthy Metrics Research, Fitbit fue una de las empresas pioneras del sector y sigue siendo uno de los actores más relevantes, aunque en los últimos tiempos ha perdido cuota de mercado no sólo frente a Apple, sino también frente a rivales que ofrecen productos a precio más competitivo como los chinos Huawei y Xiaomi.
Desde su creación, Fitbit ha vendido más de 100 millones de sus pulseras de medición en todo el mundo, y en la actualidad cuenta con 28 millones de usuarios activos.
Los analistas coinciden a apuntar que las oportunidades de negocio y el valor estratégico de empresas como Fitbit de cara al futuro se hallan en la gran cantidad de datos que manejan sobre el estado de forma y la salud de sus usuarios, de naturaleza especialmente sensible en cuanto a la privacidad.
La industria tecnológica ha sido objeto durante los últimos tiempos de duras críticas e investigaciones por parte de los reguladores precisamente por el gran volumen de datos de los usuarios que manejan y su gestión de la privacidad, por lo que esta adquisición previsiblemente podría acarrear nuevos escrutinios.
Adelantándose a las críticas, Fitbit aseguró este mismo viernes que su política de privacidad no cambiará, que seguirá siendo "transparente" sobre los datos que compila y las razones por las cuales los compila, y que en ningún caso permitirá que información referente a la salud y el bienestar de los usuarios sea usada por el departamento de publicidad de Google.
Tras anunciarse la adquisición, las acciones de Fitbit se dispararon en bolsa un 15,03 % hasta los 7,10 dólares por título, mientras que las de Alphabet (matriz de Google), subían un modesto 0,33 % hasta los 1.262,92 dólares por acción.