Mostrarse al mundo como un país cada vez más abierto al comercio exterior es el objetivo de la Expo Internacional de Importaciones de China (CIIE) que hoy inauguró en Shanghái el presidente chino, Xi Jinping, con un discurso en el que apostó por un mercado global con cada vez menos barreras.
"China abrirá una puerta cada vez más grande al mundo" y "continuará abriendo sus mercados", apuntó el mandatario en el acto de apertura de una feria que, en su segunda edición, busca consolidarse como el acontecimiento económico del año.
Con 1.400 millones de personas, acotó Xi, el mercado chino tiene "un potencial ilimitado", por lo que "todos deberíais venir y ver lo que tiene que ofrecer", dijo el presidente de la nación asiática ante un público formado por personalidades internacionales del mundo de la política y la economía.
Entre ellas, el presidente francés, Emmanuel Macron, o el director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Roberto Acevedo.
Aunque se esperaba que Xi hiciera alguna referencia directa a la guerra comercial que protagoniza China con Estados Unidos, finalmente no hizo ninguna alusión clara, aunque el protagonismo de su discurso lo tuvo el libre comercio y el no al proteccionismo.
"No hay un solo país que pueda resolver por sí mismo las dificultades que enfrenta el desarrollo de la economía global", apuntó Xi, quien defendió la globalización económica, que representa "una tendencia de la historia" y que, "como la corriente de los grandes ríos del mundo", "nada puede frenar su movimiento", ni siquiera "las rocas debajo del agua".
Continúa por tanto sin haber fecha para una próxima reunión bilateral entre los representantes de Washington y de Pekín para continuar las negociaciones y firmar un acuerdo que ponga fin a la crisis.
A ésta se refirió precisamente el presidente francés en su discurso de hoy, quien urgió a las dos economías más grandes del mundo a que busquen soluciones al conflicto.
"Esperamos que pueda llegar pronto un acuerdo que alivie las tensiones" de una crisis por la que "el mundo entero ha resultado dañado", ya que "nadie gana en una guerra comercial", apuntó Macron.
El presidente francés también mencionó en su discurso la necesidad de colaborar en otros ámbitos como el medio ambiente, puesto que el trabajo en común de Europa y de China para reducir las emisiones será "decisivo", en un momento en el que Estados Unidos planea retirarse del Acuerdo de París.
"Si queremos cumplir con el acuerdo de París, el año que viene tendremos que mejorar nuestros compromisos para reducir las emisiones y debemos confirmar nuevos compromisos para 2030 y 2050", apuntó el presidente.
Macron felicitó al gigante asiático por su estrategia de abrirse al mundo con eventos como esta feria, en el que participan 3.000 empresas de 150 países que buscarán llegar al competitivo mercado chino durante los próximos seis días.
"Hoy China necesita abrirse al mundo y el resto del mundo tiene que estar abierto a China", apuntó Macron, quien realiza su segundo viaje oficial al gigante asiático, que continuará mañana en Pekín.
Según datos oficiales, las importaciones de China han estado creciendo a una tasa promedio del 8,25 % anual de 2016 a 2018 y se espera que superen los 2 billones de dólares estadounidenses en 2019.
Ante la llegada de la feria, el Gobierno ha hecho un recuento sobre las medidas que ha tomado para abrir su mercado al mundo desde la primera CIIE, como son el recorte de la lista de sectores y negocios vetados para los extranjeros de 48 a 40 y la creación de seis nuevas Zonas de Libre Comercio (FTZ).
El director general de la OMC hizo precisamente hoy referencia a los esfuerzos de China por abrirse al comercio mundial.
"El país ahora es cada vez más activo en la OMC de muchas maneras, incluso ayudando a otros países en desarrollo y menos adelantados a unirse y beneficiarse del sistema comercial a través de una serie de programas de apoyo", apuntó Acevedo.
En la ceremonia de hoy también participaron otras personalidades como el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis; el primer ministro jamaicano, Andrew Holness; la primera ministra serbia, Ana Brnabic, y el ministro de Exteriores italiano, Luigi Di Maio.
Paula Escalada Medrano