La guerra comercial entre China y Estados Unidos tuvo entre otras consecuencias un descenso del 25 % de las exportaciones chinas a EEUU, lo que produjo un aumento de las ventas de Taiwán, México y la Unión Europea a compradores estadounidenses en el primer semestre de 2019, según un estudio publicado este martes por Naciones Unidas.
El informe, elaborado por la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y centrado especialmente en los efectos de la guerra comercial en Estados Unidos, calcula que el conflicto arancelario ocasionó a China unas pérdidas de 35.000 millones de dólares en exportaciones a EEUU.
Dichas pérdidas se compensaron con una diversificación del comercio exterior estadounidense, lo que se tradujo en un aumento de 4.200 millones de dólares para las exportaciones taiwanesas a EEUU, mientras que las mexicanas crecieron en 3.500 millones y las de la Unión Europea en 2.700 millones, de acuerdo con la UNCTAD.
Mientras que en Taiwán el sector más beneficiado por la subida de las exportaciones fue el de maquinaria de oficina y equipamientos de comunicaciones, en México las ganancias fueron sobre todo para la agricultura y los equipamientos de transporte y eléctricos, y en la UE subieron las ventas a EEUU de maquinaria en diversos campos.
Otras economías que aumentaron sus exportaciones a Estados Unidos gracias a la reducción de las importaciones estadounidenses desde China fueron Vietnam (2.600 millones más) y en menor medida otras naciones del sureste asiático, Corea del Sur, Canadá e India, siempre según el documento publicado hoy.
En China, el sector más perjudicado por la caída de las exportaciones fue el de maquinaria de oficina (ordenadores, impresoras, fotocopiadoras, etc), con un desplome del 55 por ciento de sus ventas a EEUU y pérdidas de unos 15.000 millones de dólares.
Empresas chinas químicas, de muebles y maquinaria eléctrica también sufrieron cuantiosas pérdidas, añadió el informe, que se elaboró con datos previos al verano de 2019, por lo que no tuvo en cuenta las más recientes presiones arancelarias y sus autores admitieron que las pérdidas actuales podrían ser aún mayores.
No toda la pérdida en exportaciones chinas a EEUU benefició a otros países, ya que el estudio calcula que de los 35.000 millones de dólares perdidos por el gigante asiático sólo 21.000 millones se tradujeron en ventas desde otras economías a Estados Unidos.
Los 14.000 millones restantes se perdieron totalmente "o beneficiaron a productores estadounidenses", según el organismo de Naciones Unidas.
El informe no analizó el impacto de la guerra comercial en el mercado chino, aunque UNCTAD adelantó que seguramente fue similar al visto en Estados Unidos: precios más altos para los consumidores del país asiático, pérdidas para los exportadores estadounidenses y ganancias en ventas al mercado chino para otros países.
El informe concluye que la guerra comercial "está dañando económicamente a los dos países" y que en EEUU quienes se están llevando la peor parte en el conflicto son los consumidores, ya que el descenso del comercio bilateral entre las dos mayores economías mundiales ha significado en muchos casos precios más altos.
El estudio destaca que algunas firmas exportadoras chinas están intentando reducir ese coste para los consumidores bajando los precios de sus ventas a EEUU, con el fin de compensar el efecto de los aranceles en los precios finales.
"Los resultados del estudio han de servir de advertencia para todos, ya que esta guerra no sólo está dañando a los principales contendientes, sino que está comprometiendo la estabilidad de la economía global", subrayó al presentar el estudio la directora de comercio internacional de UNCTAD, Pamela Coke Hamilton.