El precio del dólar estadounidense en el mercado informal de Argentina cerró este martes en 64,5 pesos por unidad y sumó tres jornadas consecutivas en retroceso, tras haber tocado un valor récord el día después de las elecciones presidenciales en las que se impuso el peronista Alberto Fernández.
La demanda de divisas en la plaza informal se ha incrementado desde que a inicios de septiembre pasado el Gobierno de Mauricio Macri impuso restricciones a la compra de dólares en casas de cambio y bancos con el objetivo de frenar la caída de reservas monetarias del Banco Central.
Los controles cambiarios se profundizaron el 28 de octubre, un día después de los comicios presidenciales, una jornada en la que el denominado "dólar blue" (informal) llegó a tocar un récord de 77 pesos, frente a una cotización oficial de 63,50 pesos por unidad.
Sin embargo, el valor en la plaza informal ha tendido a ceder, hasta cerrar este martes en 64,5 pesos, valor que no alcanzaba desde el 16 de octubre, con lo cual la brecha entre el "blue" y el oficial -que se mantuvo este lunes en 63,50 pesos para la venta- se achicó notablemente.
Los expertos ligan este fenómeno a una excesiva dolarización en las jornadas previas a las elecciones, donde los inversores demandaban moneda estadounidense como activo de refugio ante la incertidumbre política y ante los crecientes rumores de una profundización del llamado "cepo cambiario", que finalmente se concretó en el día después de los comicios.
"Luego de una excesiva dolarización previa a las elecciones, el tipo de cambio retrocedió en el segmento oficial y en el blue", observó la consultora privada LCG en un informe.
Por un exceso de compra de dólares, muchos agentes económicos, empresas y ahorristas individuales, se encontraron en el inicio de mes con pesos insuficientes para hacer frente a sus obligaciones, como el pago de salarios y otros compromisos de pago, lo que explica no solo el freno de la demanda de dólares en la plaza informal sino incluso las mayor oferta por ventas para hacerse de pesos.
"La escasez de pesos se hizo presente y los tenedores de billetes debieron salir a ofertar, de ahí que el blue haya caído 9 % desde el viernes 25 de octubre", indicó LCG.
También en los mecanismos financieros alternativos para hacerse de dólares a través de la compraventa de bonos y acciones la demanda ha cedido este martes, acotando las distancias con el tipo de cambio oficial, aunque en este caso las brechas continúan siendo muy amplias.
"Las brechas se vienen desinflando, no sólo posiblemente por la necesidad de pesos desde los agentes económicos por el comienzo de mes -tras transitar las elecciones muy dolarizados - sino además con el mayor apetito hacia los activos locales", comentó el economista Gustavo Ber, titular de Estudio Ber.
No obstante, la consultora LCG prevé que el tipo de cambio paralelo en todas sus expresiones "recupere terreno a medida que el ahorro que produce la economía se empiece a dolarizar" nuevamente.
Alberto Fernández, que asumirá la Presidencia argentina el próximo 10 de diciembre, dijo este lunes en México que el "cepo cambiario" no se resuelve "con un cambio de gobierno" y "es el resultado de una política que ha dejado que emigren de las arcas del Banco Central decenas de miles de millones de dólares a destinos desconocidos".
"El 10 de diciembre cambia un gobierno, no cambia la realidad económica. La única realidad económica que tenemos es que el presidente Macri tuvo que tomar esta medida (de mayores controles cambiario) después de haber visto salir de las arcas del Banco Central decenas de miles de millones de dólares que se fugaron del sistema financiero. Eso no se revierte porque un presidente cambie", afirmó.
Los analistas que mes a mes consulta el Banco Central argentino para su informe de expectativas de mercado proyectan para diciembre próximo un tipo de cambio de 65 pesos por dólar estadounidense.