Dolce&Gabbana, la firma de Domenico Dolce y Stefano Gabbana, ha conseguido hacer de su nueva tienda en Roma un paseo místico, casi religioso, por la Capilla Sixtina del Vaticano, su fuente de inspiración, para mostrar bajo una cúpula similar sus colecciones.
La Plaza de España de Roma tiene un nuevo aliciente en su visita a la ciudad y es la tienda de Dolce&Gabanna en la que el arquitecto Eric Carlson ha diseñado un espacio donde han plasmado la imágenes de los creadores sicilianos en 800 metros cuadrados de un espacio grandilocuente en el que están presentes la literatura, la filosofía y la poesía en inscripciones en paredes, frisos y marcos de ventanas.
Desde su estudio en París, Carbondale, Carlson se ha convertido en uno de los arquitectos habituales de tiendas emblemáticas de firmas destacadas de la moda como es el caso de Louis Vuitton en los Campos Eliseos, Celine, Tag Heuer o Longchamp en Londres.
Para Dolce&Gabbana la intención era conseguir en el espacio una "interpretación impresionante y contemporánea de las tradiciones de la cultura romana, la artesanía y el barroco italiano", ha comentado el arquitecto, una proyecto diferente al creado para la misma firma en Venecia y Montecarlo.
En este caso, se han concebido once espacios interiores con un elemento unificador, la columna. Hay 59 en toda la tienda, recuperando así el lugar destacado habitual en las edificaciones de la Roma antigua.
La entrada da la bienvenida al visitante con dos cúpulas forradas con mosaicos y paredes "a escala del Vaticano" de hormigón en bruto salpicada por paneles "forrados de moiré de seda y cubiertos de vidrio en rojo cardenal".
Carlson ha utilizado la técnica barroca de perspectiva forzada para crear una ilusión "mágica" que distorsiona la percepción de profundidad, inspirada en la columnata de Francesco Borromini en el Palacio Spada, explica el arquitecto.
En la decoración se incluyen magníficos candelabros de cristal de Murano soplados a mano en rojo y dorado, diseñados a medida en tres escalas.
En el impresionante diseño, destaca también en el suelo de mármol blanco de Calacatta una cresta circular de mosaicos de piedra hechos a mano, en los que se representa la historia de los fundadores de Roma, Rómulo y Remo vistos como superhéroes romanos, con una "D" y una "G" estampadas en el pecho.
Con la misma profusión de materiales y el exceso cromático de todo el local, el suelo está compuesto de una gama intensa de rojos, amarillos, marfil, blancos o azules en una composición geométrica.