La guerra comercial entre China y Estados Unidos puede restar hasta cuatro décimas a la economía de América Latina entre 2019 y 2021, según las estimaciones del Banco de España, que señala el peso de las exportaciones de materias primas en la región.
El Banco de España expone en un artículo sobre la situación de América Latina que, aunque las economías de la región son menos abiertas al comercio exterior que las de otras zonas emergentes, el peso de las materias primas en sus exportaciones -a excepción de México- "hace que se vean más expuestas a eventuales efectos de la menor demanda de Estados Unidos y China" y a las fluctuaciones de precios.
El organismo proyecta dos posibilidades para sus cálculos.
La primera, que incluye el impacto más directo de la creciente imposición de aranceles, resta tres décimas al PIB de la región entre 2019 y 2021.
La segunda, que suma los efectos denominados de segunda ronda (por caída de confianza y mayor incertidumbre), eleva a cuatro décimas ese impacto acumulado en la economía en esos tres años.
Se trata, no obstante, de impactos inferiores a los previstos para Estados Unidos, hasta seis décimas en la segunda posibilidad; China, rozando las ocho décimas; el resto de Asia, cinco décimas; o la previsión para el mundo que calcula también en cinco décimas.
El informe del Banco de España señala también la situación que vive la economía de América Latina con un crecimiento económico débil en el primer semestre que rebaja las previsiones para este año por debajo del 1 %.
"Las previsiones de crecimiento se han vuelto a revisar a la baja, especialmente en 2019", apunta el Banco de España que incide en que, tanto este año como el próximo, la región crecerá por debajo de su potencial y aumentará su brecha frente a otras economías emergentes.
El informe vincula ese menor crecimiento tanto a la reducción en el precio de las materias primas, en el contexto de debilidad global, como a la situación interna de muchos países y la necesidad de más reformas estructurales.
"Esta evolución está dificultando —o incluso revirtiendo— la convergencia en renta per cápita con el conjunto de las economías desarrolladas", indica el organismo.
El Banco de España apunta a la incierta situación de Argentina, la incertidumbre política que afecta a Chile, tras las recientes tensiones sociales, y a Perú, dada la persistente crisis institucional.
Recoge también las dudas sobre la política económica en México o el ritmo de reformas en Brasil.
El informe reitera que la evolución de las tensiones comerciales y una eventual profundización en la desaceleración mundial "suponen fuentes de riesgo difíciles de cuantificar que podrían alterar las condiciones financieras internacionales, así como la evolución de los precios de las materias primas", con relevante peso en la economía de la zona.