El Gobierno argentino saliente de Mauricio Macri señaló este jueves tras una reunión de Gabinete que espera que la economía argentina muestre signos de recuperación a finales de año una vez esta asimile "el cambio de ciclo electoral".
El ministro de Trabajo, Dante Sica, dijo en una rueda de prensa que la situación económica se "atenuará" en los últimos meses de 2019, después de la industria se adapte al proceso de cambio político que afronta el país suramericano.
El miércoles, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) reveló que la industria argentina cayó un 5,1 % en septiembre respecto al mismo mes del año pasado, a lo que hay que añadir los descensos ya conocidos en otros indicadores económicos como el Producto Interior Bruto (PIB), que cayó un 2,3 % en los primeros ocho meses de 2019.
Sica achacó estas cifras al cambio de las condiciones económicas después de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), que vaticinaron la victoria en primera vuelta del peronista Fernández, algo que a la postre se produjo en las presidenciales del 27 de octubre.
"A partir de las PASO hubo cambio de condiciones, cuando la economía empiece a asimilar mejor el cambio de ciclo electoral, estos nuevos precios relativos, a finales de año esperamos que se atenuará", afirmó el titular de Trabajo.
En los días posteriores a las primarias, el dólar comenzó a trepar frente al peso argentino, la Bolsa local sufrió varios desplomes, se incrementó la prima de riesgo -que en la actualidad está alrededor de los 2.300 puntos- y durante 15 días "no hubo casi transacciones", recordó Sica.
Según el ministro, los cálculos del Ejecutivo de Macri mostraban signos positivos en algunos sectores en julio y "daba la sensación de que la economía entraba en el segundo semestre en una recuperación lenta", pero las PASO cambiaron el marco económico.
Por ello, el Gobierno argentino empeoró en septiembre sus previsiones sobre la evolución del PIB y pasó de pronosticar una caída para fin de año del 0,6 % a una del 2,6 %, lo cual supondría un descenso mayor que el de 2018 cuando el PIB argentino, afectado por una fuerte crisis económica desde abril de ese año, se contrajo un 2,5 %.
Sin embargo, los cálculos realizados por otras instituciones son más pesimistas, ya que el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé una recesión del 3,1 % del PBI argentino, mientras que los economistas, a los que el estatal Banco Nación consulta mensualmente, cifran el descenso de la economía nacional en un 3 %.
La gestión de esta situación económica será a partir del 10 de diciembre responsabilidad del nuevo Gobierno de Alberto Fernández, puesto que ese día se producirá el traspaso de poderes.
El ministro de Trabajo saliente destacó que se está preparando un informe de gestión y un resumen del trabajo realizado durante los cuatro años de mandato en cada ministerio para ayudar a la transición entre ambos ejecutivos.
Por su parte, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, desmintió que el Gobierno haya firmado este jueves un decreto para reglar una transición formal y ordenada, algo que no es habitual en Argentina.
Sobre quien ocupará su cargo en el ministerio de Trabajo, Sica aseguró que "no ha habido ningún contacto formal", y que solo escuchó informaciones periodísticas.