El mercado de automóviles en Estados Unidos se mantendrá estable en 2020 en torno a unas ventas de 17 millones de unidades pero en otros mercados como Japón, Europa y China la demanda se mantendrá a la baja, según un informe dado a conocer este viernes.
En 2018, se vendieron 17,27 millones de vehículos nuevos en Estados Unidos, un 0,3 % más que en el año anterior. En 2016, el mercado estadounidense disfruto de su mejor momento con la venta récord de 17,55 millones de vehículos.
El informe de la firma japonesa Nomura dado a conocer hoy destaca que frente a la estabilidad del mercado estadounidense, en Japón, las ventas cayeron un 25 % en octubre y que "la demanda seguirá cayeron en 2020" debido al empeoramiento de los beneficios corporativos y un aumento de los impuestos al consumo.
En Europa, Nomura señala que el continente se verá afectado por un "cuádruple golpe" en 2020.
El análisis indica para Europa el aumento de los precios debido al cambio a vehículos eléctricos, el incremento de los costes de componentes por la electrificación, una "feroz competición" por productos con reducidas emisiones de CO2 y un empeoramiento de los beneficios de la mayoría de las empresas, excepto Toyota.
Aunque las ventas de automóviles en los principales mercados europeos se recuperaron en octubre con respecto a las del mismo mes de 2018, las cifras todavía fueron muy inferiores a las alcanzadas en 2017.
Por eso, los analistas de Nomura consideran que la demanda subyacente en el continente es débil.
Y con respecto a China, Nomura explicó que con los mercados chinos y de otros países asiáticos "aletargados" así como "la tensión entre Estados Unidos y China, vemos pocas probabilidades de una mejora sustancial en 2020".
En este sentido, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha señalado que "pronto" tomará una decisión sobre la posible imposición de tarifas del 25 % a los vehículos y componentes importados al país.
En mayo, Trump decidió posponer durante seis meses la decisión, fecha límite que se cumplió esta semana.
El aumento de los precios de los vehículos importados a Estados Unidos de Japón, Europa o China tendrá implicaciones en la demanda así como en el empleo en el país norteamericano.