El Gobierno iraní aseguró este lunes que la situación en el país está más tranquila aunque todavía hay algunos disturbios esporádicos, después de dos días de protestas contra el aumento del precio de la gasolina.

"Hoy tenemos más de un 80 por ciento de tranquilidad en comparación con ayer. Por supuesto, hay problemas menores que mañana o pasado mañana ya no tendremos", subrayó el portavoz gubernamental, Alí Rabieí en su rueda de prensa semanal.

El portavoz indicó que "afortunadamente, los límites se han definido rápidamente y la población se ha separado de la fila de los alborotadores".

Rabieí explicó, además, que en algunos casos los manifestantes han usado armas de fuego y blancas y han atacado a las fuerzas de seguridad, tomando a algunos agentes como rehenes o matándolos.

Al menos en Teherán, según pudo comprobar Efe, la situación ha vuelto a la normalidad, aunque todavía hay un mayor despliegue de antidisturbios y quedan restos de las sucursales bancarias y otras propiedades públicas y privadas incendiadas.

Las protestas, que estallaron el viernes por la noche, derivaron en disturbios violentos en varias ciudades del país, donde hubo cortes de carreteras, incendios de sucursales bancarias y gasolineras e intentos de asalto a comisarías y depósitos de combustible.

Al menos dos personas han muerto desde el viernes, una de ellas un policía en la ciudad de Kermanshah (noroeste), según los datos oficiales, aunque se prevé que la cifra real de víctimas mortales sea bastante más elevada.

Las autoridades han acusado a grupos fuera del país y a Estados Unidos de instigar los disturbios, un punto en el que insistió hoy el comandante de las fuerzas paramilitares Basij, Gholamreza Soleimaní.

"La gente comenzó sus manifestaciones pacíficas pero en la noche del sábado se creó una ola de disturbios por el apoyo de los enemigos del país", describió Soleimaní.

El comandante de los Basij, al igual que el portavoz del Gobierno, indicó que "el domingo, las condiciones fueron bastante estables en todo el país y que hoy la situación ha mejorado más".

Soleimaní agregó que "la mayoría de los alborotadores han sido identificados" y que los principales autores de los disturbios han sido detenidos.

Un informe de seguridad oficial publicado el domingo cifró en un millar los detenidos en esta ola de protestas, la mayor desde finales de 2017.

Desde ayer, prácticamente no circulan en las redes sociales vídeos de disturbios, lo que puede confirmar la declaración oficial de que está regresando la calma o simplemente deberse a que el bloqueo de internet dificulta su difusión.

Las autoridades han declarado que no permitirán que el caos se adueñe del país y que seguirán adelante con la polémica decisión de racionar la gasolina y aumentar su precio, que se ha incrementado al menos un 50 %.

Según las nuevas medidas, cada conductor puede comprar 60 litros de gasolina al mes a 15.000 riales (unos 0,15 dólares al cambio libre), en vez de a 10.000, y cada litro adicional cuesta 30.000 riales (0,30 dólares).