La nueva estrategia de financiación climática y energética del Banco Europeo de Inversiones podría ser de gran utilidad para España, dónde las inversiones climáticas del prestamista europeo están al alza y superarán el 20 % este año, según la vicepresidenta del banco, Emma Navarro.
En una entrevista con Efe, Navarro advirtió de que Europa no puede "bajar la guardia" pese al repunte de la inversión tras la crisis y defendió el impacto positivo del Plan Juncker en España, donde han seguido trabajando a pesar de la incertidumbre política.
Emma Navarro presentó este lunes en Bruselas una encuesta sobre clima elaborada por el BEI, después de que este mes la institución cuyos accionistas son los países de la Unión Europea haya adoptado una nueva política de financiación climática y energética.
El BEI dejará de financiar a partir de final de 2021 proyectos de combustibles fósiles, incluido el gas, y se ha fijado apoyar inversiones por un volumen de un billón de euros en clima y medio ambiente entre 2021 y 2030 y aumentar la financiación para que en 2025 estos proyectos representen el 50 % de su actividad.
Una estrategia de "objetivos ambiciosos" que "puede ser de gran utilidad para España", según la exsecretaria del Tesoro español.
"España tiene unos compromisos de descarbonización muy ambiciosos, de hecho, el porcentaje que se ha fijado España en renovables es mayor que la media europea y el BEI puede ayudar a financiar esas inversiones", asegura.
En 2018, de los casi 7.500 millones que el Banco invirtió en España, 1.300 millones (17 %) fueron a objetivos climáticos.
"Este año esperamos superar esas cifras y que siga en terreno ascendente. Todavía no hemos cerrado el año, pero creo que superaremos el 20 %", dijo Navarro.
Que el BEI vaya a poner el foco en el clima a partir de 2021, no significa que España esté abocada a perder fondos a nivel global o para ciertas áreas.
El BEI, asegura, no quiere dejar atrás a los Estados para los que la transición hacia una economía baja en carbono supone un mayor reto, después de que Polonia, Hungría y Rumanía votasen en contra de la nueva política por considerar que les dificulta la tarea.
"Somos conscientes de que no todos los países parten de la misma situación y no se van a ver afectados de la misma forma", dijo Navarro, incidiendo en que el BEI está "comprometido" en apoyar una "transición justa".
En el primer trimestre de 2020 esperan presentar "mecanismos" para ello, en línea con la propuesta de la Comisión Europea para crear un Fondo de Transición Justa.
Además, el BEI podrá financiar hasta el 75 % de ciertos proyectos energéticos en los países con más necesidades de inversión y quieren prestarles "más asesoramiento técnico".
La institución espera "mucha demanda" de financiación climática en los próximos años, ya que las necesidades en renovables, nuevas tecnologías o eficiencia energética son mayores, dijo Navarro, recordando que la brecha en inversiones "puede llegar a los 300.000 millones cada año para financiar la descarbonización".
"El BEI va a tener un papel importante que jugar", pero el sector privado también será "clave", a su juicio. "Está claro que no hay ningún presupuesto público (...) que pueda acometer semejante nivel de inversión", dijo.
El BEI, del que la nueva Comisión Europea quiere hacer el "banco climático" de la UE, ganó protagonismo desde 2015 al convertirse en vehículo principal para canalizar el Plan Juncker de inversiones, del que España es una de las mayores beneficiadas.
Navarro defendió los resultados en España no solo por el volumen prestado -10.000 millones- sino por su capacidad para atraer otros inversores hasta movilizar 49.000 millones de euros.
Sobre si el hecho de que el país lleve más de un año sin presupuestos ha constituido una traba para recibir financiación, la vicepresidenta del BEI aseguró que "independientemente de que haya habido una situación de mayor incertidumbre política, el BEI ha seguido trabajando en España".
Navarro cree que "el objetivo del Plan de reactivar la inversión en Europa se ha cumplido" y la inversión ha retornado a niveles previos a la crisis, pero advierte de que "no podemos bajar la guardia", en un momento en que la incertidumbre económica hace que la inversión "esté empezando a resentirse".
Defendió que "es importante que esta variable no caiga" para asegurar "un crecimiento económico sólido en el futuro".
"Europa, que en este momento tiene un crecimiento moderado, tiene que apostar a futuro para aumentar su crecimiento potencial", insistió.
El BEI, asegura Navarro, está "preparado para el mayor efecto del 'brexit'", como será la salida de uno de sus cuatro principales accionistas, ya que los Estados llegaron a un acuerdo que permitirá reemplazar el 16 % del capital que ahora tiene el Reino Unido sin afectar a la actividad del banco.
El impacto sobre los proyectos que financia en Reino Unido dependerá de la relación que pacten Londres y Bruselas tras su marcha, agregó.