El magnate ruso y máximo accionista de la cadena de supermercados DIA, Mijaíl Fridman, se ha querellado contra el fundador del grupo Zed, Javier Pérez Dolset, por presunta falsedad documental y estafa procesal en la causa judicial en la que ambos son investigados por la caída de la tecnológica española.
La querella, adelantada este miércoles por El Mundo y a la que ha tenido acceso Efe, acusa a Pérez Dolset de aportar "con conocimiento de su falsedad y con el fin espurio de inducir a engaño" tanto a la Fiscalía Anticorrupción como al juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón -instructor del caso Zed- al menos tres documentos "falsos" que inculpan a Fridman, que acabó siendo imputado este verano en el marco del procedimiento.
El pasado 7 de agosto el magistrado acordó investigarle por supuestos delitos contra el mercado, administración desleal, insolvencia punible y corrupción en los negocios, después de que el Ministerio Público ubicase al empresario en el origen de la insolvencia de Zed, situación que -sostiene el fiscal- habría propiciado Fridman con maniobras para asfixiar a la compañía económicamente y adquirirla a un "precio irrisorio".
Extremos que fueron rechazados en la Audiencia Nacional por el propio magnate, cuyos letrados, Víctor Mercedes y Jesús Santos, del despacho Baker McKenzie, atribuyen ahora las acusaciones a las presuntas falsedades vertidas por Pérez Dolset, que "evidentemente" aportó los documentos "con la finalidad de que se abriera un procedimiento penal" contra el ruso.
En este sentido, el escrito, remitido ayer a los juzgados de Instrucción de Madrid, incide en que la capacidad para "generar engaño resulta evidente" pues "tanto el Ministerio Fiscal como el juez han considerado indiciariamente que Fridman conocía, y con mucho detalle, lo relativo a los contratos", así como las ofertas de compras sobre Zed.
Un relato que "se habrían realizado bajo la imagen (absolutamente falsaria)" de que el empresario "actuó como director o líder de un supuesto complot para adquirir el grupo a precio irrisorio".
Tal como hiciera Fridman durante su declaración, sus abogados reiteran que su representado desconocía las circunstancias en las que se encontraba Zed, participado por una de las compañías en las que él tenía presencia aunque limitada al ser "solamente accionista minoritario indirecto y miembro del Consejo de Supervisión (...) sin ningún control y ninguna participación en la gestión y toma de decisiones".
La querella remite además tanto al dictamen de la sala de lo Mercantil del Tribunal de Ámsterdam como al laudo del Tribunal de Arbitraje Internacional de Londres, los cuales establecieron que "Pérez Dolset, con su conocimiento o aprobación, manipuló de forma fraudulenta documentos adjuntos", en concreto "16 correos electrónicos alterados" en el arbitraje de la matriz de Zed.
Por todo ello, Fridman solicita el interrogatorio del fundador de la tecnológica e ingente prueba documental, entre la que destacan algunos escritos en poder de la Audiencia Nacional y los propios antecedentes penales del querellado.