El papa Francisco ha nombrado a Carmelo Barbagallo nuevo presidente de la Autoridad de Información Financiera (AIF), entidad que se ocupa de revisar las finanzas de la Santa Sede y luchar contra el blanqueo, informó hoy el Vaticano en una nota.
Barbagallo era hasta ahora funcionario general con el cargo de asesor de alto nivel en el Directorio del Banco de Italia en materia de supervisión bancaria y financiera y en las relaciones con el Mecanismo Único de Supervisión (MSE), explica el comunicado.
Nacido en Catania (Sicilia, sur) en 1956, Barbagallo es auditor y estudió Derecho en la Universidad de Catania, se especializó en Economía Regional y colaboró con las Cátedras de Derecho Privado y Derecho Industrial.
En 1980 se incorporó al Banco de Italia y fue asignado a la Oficina de Supervisión de la sucursal de Génova (norte).
En enero de 2009, fue nombrado jefe adjunto de la Inspección de Supervisión y desde mayo de 2011 es titular de dicho servicio. Además es funcionario general desde febrero de 2013 con el título de director central de Supervisión Banquera y Financiera.
A lo largo de su vida profesional ha realizado numerosos escritos y estudios sobre finanzas y banca, y también sobre los temas de innovación financiera y los perfiles de supervisión de los instrumentos derivados.
Barbagallo ha agradecido el nombramiento y ha dicho que tratará de "aportar toda la experiencia acumulada en cuarenta años de trabajo en el Banco de Italia, como inspector, como jefe de la vigilancia sobre el sistema bancario y financiero italiano y en el ámbito del sistema de supervisión bancaria europea", en declaraciones al portal de noticias Vatican News.
"Estoy seguro de que la AIF sabrá dar la propia contribución en su calidad de autoridad de control, para que los valores fundamentales de la rectitud y de la transparencia de todos los movimientos financieros en los que la Santa Sede está comprometida continúen afirmándose y sean reconocidos", ha añadido.
El papa reconoció el martes, a bordo del avión papal de vuelta a Roma desde Japón, que hubo corrupción en la gestión de las finanzas vaticanas, en relación con el escándalo de las donaciones para el Óbolo de San Pedro, pero que esta vez se ha denunciado desde dentro y por tanto funcionan los mecanismo de transparencia.
El pasado 18 de noviembre, la Santa Sede informaba de que el suizo René Brülhart cesaba como presidente de AIF al concluir su mandato.
La forma con que Brülhart condujo la AIF fue objeto de controversias en el pasado, hasta el punto de que el pasado mes de mayo el entonces portavoz interino de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, tuvo que aclarar que no había ningún procedimiento ni investigación judicial contra él.
Sí que está en cambio siendo investigado por la fiscalía vaticana el que ha sido su "mano derecha" en la AIF, el director Tomasso Di Ruzza.
Según adelantó en octubre la revista L'Espresso, Di Ruzza y otros cuatro funcionarios de la Curia romana son sospechosos de los delitos de "malversación, estafa, abuso de poder y blanqueo de capitales" por la compra de un edificio en Londres. Los interrogatorios de estas personas comenzarán en las próximas semanas, anunció el papa.