El déficit público aumentó un 14,6 % en los nueve primeros meses del año debido al incremento del gasto derivado de la mejora retributiva de los empleados públicos y la revalorización de las pensiones, que no pudo compensarse con el buen comportamiento de la recaudación
Según los datos de ejecución presupuestaria publicados este jueves por el Ministerio de Hacienda, el déficit del conjunto de las administraciones públicas -salvo las corporaciones locales, cuyos datos aún no se conocen- se situaba al cierre de septiembre en 20.957 millones de euros, un 14,6 % más que en el mismo periodo de 2018 y equivalente al 1,68 % del PIB.
El objetivo de déficit para el conjunto del ejercicio es el 2 % del PIB, si bien hay que tener en cuenta que en los datos publicados este jueves no están incluidas las corporaciones locales, que normalmente registran superávit.
Entre enero y septiembre, los ingresos públicos aumentaron un 4,3 %, mientras los gastos crecieron un 4,8 %, debido sobre todo al crecimiento de la remuneración de asalariados -tanto por el incremento retributivo de los funcionarios como por la equiparación de policía y guardia civil con los cuerpos autonómicos- y las prestaciones sociales -donde se incluyen las pensiones-.
Por subsectores, solo la administración central mejoró su evolución al cerrar septiembre con un déficit de 10.553 millones, un 24,2 % menos, lo que equivale al 0,85 % del PIB. Su objetivo para todo el ejercicio es el 0,5 % del PIB.
Los fondos de la Seguridad Social registraron un déficit de 6.690 millones, un 13,1 % más, por la revalorización de las pensiones, lo que equivale al 0,54 % del PIB cuando su objetivo anual es el 1,2 % del PIB.
Las comunidades autónomas sumaron un déficit de 3.684 millones, cuando el pasado año se anotaban un superávit de 1.591 millones, un desvío que responde al aumento del gasto de personal y al efecto de la liquidación del ejercicio 2017, cuando la modificación del sistema de gestión del IVA restó a la recaudación de este impuesto los fondos equivalentes a un mes.
El déficit autonómico equivale al 0,29 % del PIB, en línea con su objetivo del 0,3 % del PIB.
Hacienda ha publicado también los datos de ejecución presupuestaria del Estado hasta octubre, periodo en el que registró un déficit de 6.303 millones, un 20,7 % inferior al de 2018 y que equivale al 0,5 % del PIB.
En estos diez meses, los ingresos estatales crecieron un 2,5 %, hasta 172.099 millones, gracias al buen comportamiento de los impuestos y cotizaciones sociales.
La recaudación por IVA aumentó un 2,4 % y la de IRPF, un 11,2 %, por las mayores retenciones y la buena marcha de la campaña de la renta, lo que ha permitido compensar la caída de ingresos en el impuesto de sociedades.
Por su parte, los gastos aumentaron en un 1,4 %, hasta los 178.402 millones, por el repunte de la aportación a la Unión Europea por recursos de IVA y RNB (12,1 %) y prestaciones sociales (10,3 %).
El gasto en consumos intermedios creció un 10,5 % por los costes electorales y el de remuneración de asalariados en un 4,4 %, por la mejora retributiva y la equiparación salarial de la policía y guardia civil con los cuerpos autonómicos.
En términos primarios -es decir, sin tener en cuenta el coste de los intereses de la deuda- el Estado cerró octubre con un superávit de 14.374 millones, un 5,5 % superior al de estas mismas fechas de 2018 y equivalente al 1,15 % del PIB.