La Agencia Bancaria Europea (EBA) tiene previsto someter a las entidades financieras europeas a un test de estrés sobre el cambio climático para evaluar sus potenciales vulnerabilidades en función de los diferentes escenarios económicos que se contemplen.
Como primer paso, en la segunda mitad de 2020 se podría llevar a cabo un análisis de impacto de riesgos climáticos con una muestra de bancos voluntarios, explicó este viernes la EBA en su plan de acción sobre finanzas sostenibles.
Ese ejercicio se centraría en las amenazas que presenta la transición hacia una economía sostenible y consideraría un horizonte a más largo plazo para obtener una primera estimación de la exposición verde de los bancos, es decir, de sus inversiones en la lucha contra el cambio climático.
Su intención es generar metodologías comunes para evaluar el efecto de diferentes escenarios económicos teniendo en cuenta los riesgos derivados de circunstancias medioambientales adversas o de cambios en la política climática.
Con su plan de acción, la EBA pretende comunicar mensajes clave sobre su propia acción en la materia y sobre lo que se puede esperar de los bancos en la evolución hacia un sistema financiero más sostenible en la Unión Europea (UE).
Su presidente, el español José Manuel Campa, insistió: "La necesidad urgente de actuar explica por qué hemos establecido pronto expectativas para medidas provisionales, incluidos parámetros simples que puedan favorecer la disciplina y permitir que los bancos establezcan estrategias verdes claras".
La agencia pide a las entidades financieras que actúen desde ahora para incorporar factores de gobernanza social y medioambiental en sus estrategias de negocios.
Por su parte, tiene intención de elaborar informes, pautas y estándares técnicos e incorporar esos factores en su trabajo de análisis de riesgos en línea con su mandato.