El AVE a la Meca reanudará sus operaciones el próximo 11 de diciembre, después de que fueran suspendidas tras el incendio de septiembre que causó once heridos en la estación de Al Suleimaniya, en la ciudad de Yeda, en el oeste de Arabia Saudí.
Las autoridades del distrito de La Meca anunciaron este domingo en internet que la línea Al Haramain entre las ciudades santas de La Meca y Medina volverá a estar en funcionamiento este miércoles, en el tramo entre Yeda y La Meca, pasando por la estación de Rabigh.
El director general de operaciones y mantenimiento de Al Haramain, Rayan al Harbi, dijo a la agencia oficial de noticias saudí SPA que el tren de alta velocidad retomará su actividad entre las estaciones de Medina y la ciudad Ecónomica Rey Abdalá, ubicada en la zona de Rabigh, y la nueva estación del aeropuerto internacional Rey Abdelaziz en Yeda.
Sin embargo, Al Harbi señaló que los trabajos de rehabilitación de la estación afectada por el incendio continúan, por lo que el tren no pasará por Al Suleimaniya.
Mientras, "los viajes a La Meca se retomarán la semana siguiente", según Al Harbi, quien destacó que se han efectuado "todas las pruebas necesarias mediante viajes piloto" y se han verificado "todos los criterios de seguridad".
El director se felicitó porque han podido "preparar los trenes para el funcionamiento y habilitar la estación del nuevo aeropuerto internacional Rey Abdelaziz" en los pasados dos meses.
Cuando se produjo el incendio, el Ministerio de Transporte saudí aseguró que el AVE volvería a estar en servicio en un plazo de 30 días, pero han pasado más de 60.
Un consorcio de doce empresas españolas -Adif, Cobra, Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia, Inabensa, Ineco, Indra, OHL, Renfe y Talgo- desarrolló y opera la línea de alta velocidad La Meca - Medina, pero la estación donde se produjo en incendio está gestionada por la parte saudí.
El AVE a La Meca es el contrato más ambicioso y de mayor valor logrado por empresas españolas fuera de España y fue adjudicado en 2011 por un total de 6.736 millones de euros, aunque por los ajustes en el proyecto el coste ya supera los 7.000 millones.
Los trabajos del consorcio español se iniciaron en 2012 e incluyeron el diseño, la construcción de la vía y sistemas, el suministro de 35 trenes comerciales y uno de lujo para el rey, además de la operación y mantenimiento del ferrocarril durante doce años.