Intenso diálogo social entre empresas, trabajadores y Gobierno; una labor de "prospección" para anticiparse a la ola de cambios que espera a un amplio número de sectores; y una reducción de la jornada laboral porque sin ella "no hay trabajo para todos". Son algunas de las recetas que han lanzado en la COP25 Unai Sordo y Pepe Álvarez, los líderes de los dos principales sindicatos españoles, CCOO y UGT, ante el proceso de transición ecológica, que han instado a ver como "oportunidad" y nicho de creación de empleo.
Ambos líderes sindicales han participado en un debate sobre "Transición Justa y Futuro del Trabajo" en el pabellón de España en la Zona Azul de la COP25 en el que también ha participado la ministra de Empleo en Funciones, Magdalena Valerio, que ha instado a "no dejar atrás" en este proceso a las personas más vulnerables, porque en la nueva economía verde "está claro que se van a crear empleos", pero también que van a desaparecer.
Por ello, Valerio ha abogado por un "nuevo contrato social" y un "pacto global verde", que va a requerir "mucha voluntad política" y en el que va a ser "fundamental el dialogo social tripartito". Según la ministra, el cierre de la minería del carbón, un proceso que España ha abordado "a remolque" pese a que Bruselas puso fecha de caducidad a estas centrales, es solo "la avanzadilla" de lo que está por venir en este sector. "Estamos trabajando ya en planes de transición justa para el cierre de las térmicas, y habrá que hacerlos para el de las centrales nucleares cuando toque".
El secretario general de CCOO ha destacado por su parte que si bien hay "consenso" sobre la emergencia climática, este es superficial y solo "a nivel declarativo", como demuestra la ausencia en esta cumbre de varios de los principales líderes mundiales, empezando por los de los países más contaminantes, como Estados Unidos, China o Brasil.
Unai Sordo ha instado a ser "conscientes" de que la transición hacia una economía desarmonizada va a afectar (ya lo está haciendo) a la forma de producir, consumir y movernos, que junto con la libertad de empresa son "tres iconos" del neoliberalismo; y en este proceso se van a ver afectados muchos sectores productivos. "Necesitamos prever lo que va ocurrir e implementar medidas desde el ámbito del diálogo social", ha señalado Sordo, que ha lamentado el papel "subalterno" de España en la industria global.
El líder de UGT ha instado por su parte a ver la "irreversible" transición como "una gran oportunidad de empleo" que solo será "justa" si por cada puesto de trabajo que se destruye se crea otro y que debería impedir "que se genere una nueva brecha que se sume a las que ya tenemos, como la digital".
Pepe Álvarez, que ha recordado que un coche eléctrico implica un 30% menos de mano de obra que uno convencional, se ha preguntado "si España va a tener el mismo papel" que hasta ahora en este sector; y en el caso de las empresas eléctricas, ha subrayado que "el empleo que se cree para sustituir la actividad de una central térmica va a depender de las exigencias que hagamos a las empresas" que, en el pasado, "ensuciaron" los territorios en los que operan e "impidieron florecer otras actividades", lo que implica asumir unas "obligaciones sociales con el entorno".
El líder de UGT ha insistido en su petición de una "imprescindible" reducción del tiempo de trabajo porque "no hay empleo para todos". Y, preguntado por si este proceso de transición a la descarbonización puede exacerbar los movimientos extremistas como el que encarna Vox, ha señalado que "el antídoto de la ultraderecha son las políticas sociales".
Durante el debate, que ha moderado el periodista Javier Ruiz, la ministra de Empleo ha destacado el "potencial enorme" de creación de actividades como el turismo de interior, el sector de los cuidados, la educación, los servicios sociales o la dependencia.
Sin olvidar la construcción: si bien "no sería deseable recuperar los niveles de empleo a costa de otra burbuja", sí ha destacado el "margen de maniobra enorme" que existe en la rehabilitación de edificios para mejorar la eficiencia energética. Valerio ha asegurado que actualmente "no se encuentran oficiales de la construcción" o jefes de obra porque los que había "se han jubilado, otros se han reciclado en otros sectores y otros han emigrado".
"Revolución del trabajo decente"Poco antes de esa mesa redonda, en otro debate en el que también ha participado el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, y Rebeca Grynspan, secretaria general de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB, la ministra de Empleo en funciones ha animado a "emprender una verdadera revolución del trabajo decente con iniciativas empresariales sostenibles".
Poco antes, Garamendi ha comenzado su intervención enfatizando que "el cambio climático existe" y eso es "algo que no es discutible", pero ha considerado "fundamental" que "todo el mundo" afronte este problema, "no solo España, no solo Europa", y ha reclamado un mayor esfuerzo inversor en innovación y un "cambio profundo de la formación".
Por su parte, la secretaria general de SEGIB ha instado a prestar "atención a los perdedores" de este proceso y a "aprovechar nuestro potencial, que son los jóvenes y las mujeres". "No estoy diciendo que los hombres no sirvan para nada", pero los jóvenes, ha destacado Grynspan, "no encuentran los trabajos para los que ellos creen estar preparados" y "la equidad de género tiene que jugar un papel fundamental".