La secretaria de Estado de Comercio de España, Xiana Méndez, afirmó este jueves que en su visita de tres días a Brasil percibió que las empresas españolas están con apetito por invertir en el gigante suramericano ante las oportunidades de negocios que surgen y la buena coyuntura económica.
"Me llevo la impresión de que las empresas españolas tienen muchísimo apetito por invertir ahora en Brasil", afirmó Méndez en declaraciones a Efe, al hacer un balance de las reuniones que tuvo con miembros del Gobierno brasileño y con ejecutivos de empresas españolas y locales en Sao Paulo, Río de Janeiro y Brasilia.
De acuerdo con la funcionaria española, la percepción que tuvo es que las empresas ya presentes en Brasil están interesadas en incrementar sus inversiones y en participar en nuevas subastas de concesión en el país, principalmente en sectores como infraestructura, telecomunicaciones y energía.
"Y las empresas que han tenido una experiencia puntual o no conocen bien el mercado brasileño tienen apetito porque saben que algo se está moviendo", agregó tras participar hoy en Río de Janeiro del Encuentro Empresarial Brasil-España, al que acudieron 40 empresas españolas.
"El interés es claro si vemos que hay 40 empresas españolas aquí. Raramente un encuentro empresarial geográficamente tan distante tiene una convocatoria como la de hoy", dijo Méndez, quien también es presidenta del ICEX España Exportación e Inversiones.
La funcionaria explicó que el gran interés surge de diferentes factores, entre los cuales destacan las oportunidades que se abren con la futura entrada en vigor del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
Igualmente por el interés del Gobierno brasileño en ser admitido como miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que lo obligará a adaptar sus normas y reglamentos a los estándares establecidos por el organismo multilateral.
Otros factores que elevaron el interés de las empresas españolas en Brasil son el actual proceso de recuperación de la economía brasileña tras una de las recesiones más profundas en la historia del país y las reformas liberales y fiscales que puso en marcha el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
La economía brasileña sufrió entre 2015 y 2016 una recesión histórica, con una retracción del Producto Interno Bruto (PIB) de casi siete puntos porcentuales. En los dos años siguientes creció alrededor de un 1,3 % y para este año se espera un porcentaje un poco menor (1,1 %).
"La conclusión es de optimismo. Nos llevamos la impresión que, en este último trimestre y tras el éxito rotundo de la aprobación de la reforma de las jubilaciones, hay un punto de inflexión en que parece que la economía comienza a tomar dinamismo", agregó.
"Nos han ofrecido todo tipo de información y nuestro responsabilidad ahora es transmitir esto a las empresas para que también se ilusionen y se decidan a considerar el mercado brasileño, a identificar oportunidades y a buscar socios brasileños", afirmó.
Sobre las restricciones de parlamentarios europeos a ratificar el acuerdo UE-Mercosur debido a la que consideran falta de respeto del Gobierno de Bolsonaro a compromisos ambientales, como el fin de la deforestación de la Amazonía, afirmó que, por el contrario, la ratificación del acuerdo es necesaria para comprometer a Brasil.
"Es importante que el acuerdo comercial entre en vigor para que funcione como herramienta de presión. El acuerdo, pese a tener naturaleza comercial, tiene capítulos relativos al desarrollo sostenible que incentivan a un mayor cumplimento de estándares de protección ambiental y social", dijo.
Afirmó que, de ratificarse, Brasil tendrá que cumplir las cláusulas ambientales para no sufrir las consecuencias.
"La conclusión es muy clara: la alternativa es peor. No ratificar el acuerdo comercial que tiene un capítulo de desarrollo sostenible ambiental tan ambicioso no nos coloca en una posición mejor para que Brasil cumpla con el Acuerdo de París. Es importante que el acuerdo comercial sea ratificado para tener un instrumento adicional al Acuerdo de París, ya que este no prevé sanciones", dijo.
En cuanto a la posibilidad de que el cambio de Gobierno en Argentina con la llegada a la Presidencia del peronista Alberto Fernández pueda poner en riesgo el acuerdo UE-Mercosur, afirmó que España no teme ningún retroceso.
"Soy optimista y estoy tranquila porque he visto cómo se esforzaron los negociadores argentinos para el cierre de las negociaciones. El Gobierno nuevo dice estar conforme con el acuerdo pero, como se trata de algo tan importante, necesita conocerlo mejor. Pero eso es normal, está aterrizando y necesita tiempo para enterarse. Creo que se trata tan solo de tiempo", dijo.