La producción de café de Colombia alcanzó los 1.119.000 millones de sacos de 60 kilogramos en agosto pasado, una caída del 11 % con respecto a los 1.258.000 del mismo mes de 2018.
Así lo informó este martes la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC), que detalló en un comunicado que entre septiembre de 2018 y agosto pasado la producción fue de 13,8 millones de sacos, un decrecimiento del 1 % frente a los 13,9 millones del mismo periodo anterior.
Sin embargo, en lo que va corrido de 2019 la cosecha cafetera ha crecido un tres por ciento al pasar de 8,8 millones de sacos en los primeros ocho meses de 2018 a 9,1 millones.
"En lo que va del año cafetero (octubre 2018-agosto 2019) la cosecha se mantuvo estable en torno a los 12,8 millones de sacos", agregó la información.
Por otra parte, en agosto se exportaron 1,2 millones de sacos, un aumento del 19 % si se compara con el millón de sacos vendidos al exterior en el mismo mes del año pasado.
En los últimos 12 meses, las ventas al exterior del grano fueron de 13,5 millones de sacos, un 7 % más que los 12,6 millones registrados entre septiembre de 2017 y agosto de 2018.
"En lo corrido del año, las exportaciones crecieron 10 % al alcanzar 8,9 millones de sacos de 60 kilos frente a los 8,1 millones de sacos exportados en el mismo periodo anterior", detalló la FNC.
En el año cafetero, las ventas del grano llegaron a 12,5 millones, un aumento del 8 % frente a los 11,5 millones del mismo periodo anterior.
Desde el año pasado los caficultores de Colombia, tercer productor mundial después de Brasil y Vietnam, afrontan una crisis por los bajos precios del grano.
Para mejorar esta situación, el presidente colombiano, Iván Duque, firmó a mediados de julio pasado una ley para crear el Fondo de Estabilización de los Precios del Café, con el que se busca contribuir a estabilizar el ingreso de los productores, derrumbado en los últimos años.
El sector cafetero es uno de los pilares de la economía colombiana, pero las 540.000 familias dedicadas a esta labor han sido castigadas por los bajos precios del grano en los mercados internacionales.