El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, ha dado instrucciones para abrir una oficina de comercio en Jerusalén y para trasladar a la capital israelí a un agregado mercantil que trabajará en el área de las exportaciones del país suramericano.
El enviado estará a cargo del Ministerio de Industria y Comercio (MIC) y coordinará los proyectos de La Red de Inversiones y Exportaciones de Paraguay (Rediex) en el estado de Oriente Medio, según confirmaron este miércoles a Efe fuentes gubernamentales.
Se trata del último movimiento del Gobierno de Abdo Benítez para mejorar sus relaciones con Israel, después de que en septiembre de 2018 decidiese trasladar su embajada a Tel Aviv, lo que provocó roces diplomáticos.
La apertura de la oficina comercial ha sido bien recibida por el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, quien celebró en su cuenta oficial de Twitter la "decisión" de Abdo Benítez.
"Felicito al Pdte. de Paraguay @MaritoAbdo por su decisión de abrir una Oficina de Comercio en Jerusalén, nuestra capital. Esto luego de haber reconocido a Hezbollah como una organización terrorista", afirmó el titular de Exteriores.
En otro mensaje en la misma red social, Katz aseguró que "el fortalecimiento del estatus de Jerusalén es una de mis prioridades" y se mostró "convencido de que pronto veremos la Embajada de Paraguay en Jerusalén".
La relación diplomática entre ambos países se tensó cuando Abdo Benítez revirtió la decisión de su predecesor, el expresidente Horacio Cartes (2013-2018), quien trasladó la legación diplomática de Tel Aviv a Jerusalén, siguiendo los pasos de Estados Unidos y Guatemala.
La vuelta de la legación a la capital israelí fue mal recibida por el Gobierno de Benjamin Netanyahu, que anunció el cierre de su embajada en Asunción y el fin de los programas de cooperación entre ambos países.
Sin embargo, a finales de agosto, el embajador concurrente en Paraguay, Yoed Magen, presentó en Asunción sus cartas credenciales al Gobierno de Paraguay en "una señal clara de reanudación de la cooperación".
Dos días antes, el Gobierno paraguayo reconoció al movimiento islamista palestino Hamás y al grupo chií libanés Hizbulá como organizaciones terroristas internacionales.