Puerto Rico reportó en julio una disminución interanual del 1 % en su Índice de Actividad Económica (IAE), la segunda reducción luego de 11 meses de incrementos consecutivos en la isla, que aún no supera su profunda crisis financiera y sigue en recuperación tras el paso de dos huracanes en 2017.
El presidente del Banco de Desarrollo Económico (BDE), Luis Fernández, difundió este jueves los datos que constatan que el IAE, indicador del comportamiento general de la actividad económica de la isla, alcanzó un nivel de 120,5 puntos, un aumento de un 0,1 % respecto a junio pasado.
Fernández detalló, sin embargo, que en "en términos acumulados, el promedio del IAE para los primeros siete meses, de enero a julio de 2019, fue de 120,9, lo que evidencia un incremento de 1,7 % contra el mismo periodo en 2018".
Además, "el promedio acumulado del IAE para el año fiscal 2019 fue 121,2, que se traduce en un crecimiento del 5,8 por ciento frente al año fiscal 2018. El resultado de la tasa de crecimiento del IAE para el año fiscal 2019 es el primer incremento luego de seis años consecutivos de reducciones".
Esta comparación anual se realizó en un periodo donde Puerto Rico, que acaba de atravesar una grave crisis política, aún no se recuperaba de los efectos del paso de los huracanes Irma y María en 2017.
Fernández opinó que Wanda Vázquez, quien asumió en agosto como gobernadora tras una crisis que desencadenó la renuncia de Ricardo Rosselló, está impulsando esfuerzos para promover la actividad económica.
Entre esas medidas mencionó la "implantación de estrategias para el desarrollo económico para pequeños y medianos comerciantes, los esfuerzos gubernamentales para impulsar el programa de Zonas de Oportunidad y otros abarcadores programas de vivienda para renta y venta así como ayuda a potenciales compradores de vivienda que laboran en tareas críticas."
La ligera mejora en la actividad económica se una a los positivos resultados difundidos sobre el empleo.
A julio de 2019, la tasa de desempleo de la isla alcanzó un nuevo récord al registrar la cifra más baja en más de cuatro décadas con 8,1 % y destacó aumentos interanuales en el empleo asalariado, específicamente en el sector privado.
Puerto Rico sufre una grave crisis económica, en el marco de la cual se declaró en 2016 incapaz de pagar una gigantesca deuda.
Ante las amenazas de los acreedores de juicios interminables y el riesgo de cerrar las operaciones gubernamentales por falta de liquidez solicitó la colaboración de Estados Unidos, del que es un Estado Libre Asociado.
La Junta de Supervisión Fiscal, entidad de control al Gobierno de Puerto Rico impuesta por Washington, cumplió a finales de agosto pasado tres años de difícil convivencia con el Ejecutivo en los que ha tratado de enderezar las cuentas públicas de la isla.