Más salvaguarda frente a falsificaciones y copias. Es lo que piden creadores españoles como Modesto Lomba, Custo Barcelona, Dolores Promesas o Ana Locking, que abogan por que España y el resto de Europa legislen para proteger y fomentar la creación para apostar por la sostenibilidad.

Pese a que a nivel europeo existe una protección muy sólida contra las copias y las falsificaciones o utilizaciones de marca, los modistos consultados por Efe la consideran "insuficiente", por lo que reclaman su reforzamiento y agilizar los procedimientos judiciales.

MODESTO LOMBA: LA GRAN PREOCUPACIÓN ES CÓMO PROTEGER LA CREACIÓN ANTE LOS CAMBIOS

"Todos somos conscientes de que, en lo que se refiere a creación de moda, es muy difícil aplicar la ley.

Registrar una colección cada seis meses es complejo y costoso, nadie lo hace. Lo normal y más fácil es registrar un producto en concreto, pero creo que es una preocupación más relacionada con grandes empresas", afirma Modesto Lomba, diseñador de la firma Devota&Lomba y presidente de la Asociación Creadores de Moda España (ACME).

Mientras, en la moda de autor, "la gran preocupación es cómo proteger la creación para afrontar los cambios que se van a producir en los próximos años en el sector", afirma.

"La inquietud -continúa- es cómo nos adecuamos a un nuevo modelo de negocio acorde con los nuevos tiempos para no cargarnos el planeta y hacer entender al consumidor que hay que abandonar la moda de usar y tirar, para apostar por la creación y diseño de verdad, por la calidad, las producciones cortas y la durabilidad".

Por tanto, "Europa y España deben pensar ahora en cómo legislar no sólo para proteger la creación, sino en legislar para fomentarla como medida para apostar por la sostenibilidad", considera Modesto Lomba.

CUSTO DALMAU: "ES DE LOCOS LO QUE PASA"

"Es de locos lo que pasa", se lamenta Custo Dalmau, creador de Custo Barcelona, la firma catalana de proyección internacional que emprendió batallas legales e investigaciones para luchar contra las falsificaciones, copias e imitaciones que dañaban gravemente a la marca y su notoriedad.

"Me he gastado una fortuna en investigaciones, en temas legales, en pleitos y al final dices 'sí tengo la razón, pero qué saco de todo esto, nada'. Está totalmente anticuada la legislación, totalmente", asegura.

Custo Barcelona que acusó a Desigual de copia sistemática de sus productos y que puso en marcha un proceso legal contra Ebay por la venta de productos ilegales obtuvo una gran victoria contra la piratería en China al lograr el desmantelamiento de una red que distribuía prendas falsas con el nombre y la imagen de la marca a todo el mundo.

"Es tirar el dinero pelear por falsificaciones. No consigues absolutamente nada. Nosotros hemos tirado fortunas. ¿Y qué hemos conseguido? Sentencias que nos dan la razón (...) cuando los localizan desaparecen (...) voy a decorar mi habitación con las sentencias", se queja.

DOLORES PROMESAS: UNA LEGISLACIÓN "INSUFICIENTE" Y "MUY LENTA"

También la firma madrileña Dolores Promesas sabe de demandas por problemas de copias y, por eso, una de sus socias fundadoras Myriam Pintado dice que "la legislación es insuficiente y sobre todo muy lenta, demasiado lenta".

Para Pintado es esencial la rapidez para que cualquier posible problema se solucionase en la misma campaña, ya sea de primavera-verano u otoño-invierno.

Cuando alguien saca "algo similar o plagiado o copiado o inspirado", según Pintado, "los tiempos de reacción para poder denunciar y que eso tenga efecto son tan largos que cuando hay una resolución (...) el daño está hecho y ya es irreparable".

"Esa creación si no se protege se está atentando contra los bienes industriales de un país", porque la moda forma parte de la industria del país y contribuye al Producto Interior Bruto (PIB), subraya Pintado, y añade que, además, forma parte "de la historia y la cultura".

ANA LOCKING: "NO TENEMOS EL MUSCULO FINANCIERO PARA PROTEGER TODO"

Otra dificultad, apunta Ana Locking es que "la moda cambia mucho y es muy caduca" y "los diseñadores no tenemos el musculo financiero para protegerlo todo, es imposible, sería una millonada".

Registrar una colección de unas 300 prendas puede costar entre 25.000 y 40.000 euros, por lo que los modistos solo protegen las creaciones "más icónicas", "eso que se repite y que forma parte del ADN de la firma", señala Ana Locking.

Considera que "se debe ser más duro" con las copias, con los modelos que se limitan a cambiar "cuatro cositas" del original.

Existen cuatro leyes fundamentales para proteger las creaciones de los diseñadores y las firmas en la industria de la moda. La que tiene un rango de protección a nivel mundial y cuenta con unos requisitos más estrictos es la ley de propiedad intelectual.

En la Unión Europea (UE) está la Oficina de Propiedad Intelectual (EUIPO) de registro de marcas, dibujos y diseños, con sede en Alicante, y con cobertura en todos sus Estados miembros.