Los indígenas elevaron la tensión en Ecuador al mostrarse cerrados a un diálogo con el Gobierno, al menos hasta la llegada de miles de aborígenes a Quito que se sumarán a las protestas contra las medidas del Ejecutivo, el cual impuso un control de precios para evitar la especulación a raíz de las manifestaciones.
Los nativos volvían este domingo a bloquear varias carreteras en el centro del país, que los militares despejaban arropados en un estado de excepción ordenado por Moreno el jueves, cuando se registraron saqueos en la primera jornada de paralización de transportistas.
Aunque los dirigentes del transporte suspendieron el paro el viernes, el fin de semana no se está presentando una normal circulación de autobuses, aunque sí de taxis.