El Gobierno italiano ha dado este miércoles un paso más en su gestión del brote de coronavirus SARS-CoV-2 del que ya se han detectado más de 12.000 casos en el país. El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha anunciado el cierre de todos los establecimientos salvo aquellos que atiendan las necesidades básicas, como las farmacias y las tiendas de alimentación.

Bares, pubs y restaurantes tendrán que echar sus persianas. Sí se permitirá el envío de comida a domicilio. Los quioscos y los estancos también permanecerán abiertos. Las peluquerías y los salones de belleza, no.

Las medidas estarán vigentes hasta el 25 de marzo. "En 14 días veremos los efectos", ha dicho Conte en un vídeo emitido en directo en Facebook desde el Palacio Chigi.

 

También ha explicado que las fábricas permanecerán abiertas pero con la condición de que establezcan protocolos de seguridad y que el transporte "estará garantizado". Se garantizarán también las actividades agrícolas así como los servicios bancarios, postales, aseguradoras. 

"Gracias a los italianos que hacen sacrificios. Es la prueba de que somos una gran nación", ha dicho. 

"Italia siempre será una zona única, una zona protegida", ha asegurado. El pasado lunes, el Ejecutivo italiano decidió extender las medidas restrictivas del norte del país a toda la península y el país dejó de regirse por las tres áreas (roja, verde o amarilla) de acuerdo con su situación sanitaria respecto a la epidemia de coronavirus. Los movimientos en todo el país quedaron prohibidos, excepto por necesidades que puedan ser comprobadas. Hasta entonces esto ocurría en la región de Lombardía y ahora se extiende a las 14 provincias.

Tras esta decisión, el presidente de la región de la Lombardía -la más afectada-, Attilio Fontana, pidió al Ejecutivo que aprobara acciones aún más estrictas, como "el cierre de todas las actividades comerciales no esenciales", es decir, todas salvo farmacias, parafarmacias y tiendas de alimentación y artículos de primera necesidad. "No podemos seguir con estos aumentos en los contagios, no podemos permitírnoslo", ha afirmado este miércoles. 

Según el último balance de las autoridades italianas, el país ha registrado un total de 12.462 casos positivos del coronavirus SARS-CoV-2, 2.313 más que este martes. De estas personas, 1.045 se han recuperado -41 más- y 827 han fallecido, 196 más, aunque las causas reales de estas muertes aún tienen que confirmarse en el Instituto Superior de Sanidad. En la actualidad, son 10.590 los casos activos en todo el territorio, de los cuales 3.724 están recuperándose en aislamiento en sus casas, según las cifras de Protección Civil.