Cuando el tango y el candombe fueron declarados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco en 2009, todo Uruguay festejó por el reconocimiento que suponía a su identidad y ahora, diez años después, una delegación del país suramericano viaja con esos ritmos a París.
Ambos estilos musicales fueron incluidos, durante la reunión del Comité Intergubernamental de la Organización de Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (Unesco) para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de 2009, en esa lista de preservación, todo un espaldarazo para dos tradiciones uruguayas.
Si bien el tango suele asociarse con la orilla contraria del río de la Plata, la argentina, los uruguayos sacan pecho por su cultura tanguera y presumen de una de las piezas más conocidas del repertorio del 2 x 4, "La Cumparsita".
Dicho tango se estrenó el 19 de abril de 1917 en la confitería "La Giralda" de Montevideo, donde actualmente se encuentra el Palacio Salvo, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, junto a la Plaza de la Independencia.
La composición del uruguayo Gerardo Hernán Matos Rodríguez fue declarada en 1997 Himno Cultural y Popular del país suramericano por la Asamblea Nacional, el poder legislativo uruguayo que agrupa a la Cámara de Representantes y al Senado.
Ahora, una representación de las Escuelas de Formación Artística del Sodre acude a la sede central de la Unesco, en París, para ejecutar esa pieza, entre otras del repertorio de tango, candombe y folclore que su director general, Martín Inthamoussou, ha preparado.
"Es una gran oportunidad, un privilegio que nos hayan elegido, estamos muy orgullosos de lo que hacemos y también habla de un nivel al cual hemos llegado a través de muchos años de trabajo", dice a Efe Inthamoussou con relación a la postulación de Uruguay para el Comité Ejecutivo de la Unesco.
Inthamoussou tuvo "muy claro", cuando la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores le pidió la preparación de un espectáculo para presentar ante la Unesco, que Uruguay debía exhibir su identidad: tango y candombe.
"Además, le agregamos las danzas folclóricas, que nosotros estamos abogando para que también sean patrimonio inmaterial de Uruguay", agregó.
El zapateo y el uso de boleadoras y poncho será parte de la exhibición de estos otros ritmos que Inthamoussou ha agregado al tango y el candombe, la banda sonora de la cultura afrouruguaya.
Chico, piano y repique son los tres tambores que marcan los latidos de esa música que llegó a Uruguay con los esclavos africanos de la época colonial y quedó enraizada de tal manera en el país suramericano que las Llamadas es uno de los eventos culturales más importantes del año.
El desfile de las comparsas de negros y lubolos (blancos pintados de negro) por las calles del Barrio Sur montevideano es un hito en cada edición del Carnaval uruguayo.
Para el director y los bailarines que mostrarán en París esos trazos de identidad uruguaya, Kevin Cal, Camila Rocha, Iván Basan y Deborah Menciones, la importancia del evento estriba en "generar ese interés en ese público diverso", apunta Inthamoussou, pensando, dice, "en un público que quizá no es tan cercano" a Uruguay.
Además, y aprovechando la exhibición en la Unesco, los cuatro jóvenes darán otra muestra en la embajada de su país en Francia para sus compatriotas que residen allí.
La delegación uruguaya, que viaja este lunes a Francia, hará su presentación artística el miércoles y el jueves para exhibir en la Unesco diez años después las raíces de su identidad.