La misión cubana ante la ONU denunció este lunes el recrudecimiento del embargo estadounidense, que según cálculos de La Habana causó al país unas pérdidas de 4.343 millones de dólares en un año.
En un comunicado, la delegación de Cuba destacó "el fortalecimiento de la aplicación extraterritorial del sistema de sanciones" de Estados Unidos y el impacto que ha tenido para empresas, bancos y embajadas cubanas, que se enfrentan a "colosales obstáculos" en sus actividades en otros países.
En total, Cuba calcula que en las casi seis décadas que han pasado desde su inicio, el embargo le ha generado al país pérdidas por valor de 138.843 millones de dólares a precios corrientes.
Entre abril de 2018 y marzo de 2019, las sanciones estadounidenses costaron a Cuba 4.343 millones de dólares, según los cálculos de su Gobierno, una cifra ligeramente superior a la registrada un año antes.
El comunicado cubano de este lunes comienza a calentar la campaña que cada otoño el Ejecutivo de La Habana lleva a cabo en Naciones Unidas para impulsar la aprobación de una resolución de la Asamblea General contra el embargo de EE.UU.
Desde 1992, este órgano ha aprobado todos los años un texto en esa línea, que denuncia los efectos negativos de la política estadounidense y pide su fin, pero que no tiene carácter vinculante.
"Cuba no cejará en su empeño de derribar dicha política hostil y agresiva del Gobierno estadounidense, cuyo fin último es revertir la voluntad del pueblo cubano de construir una nación independiente, soberana, socialista y próspera, sobre la base de su derecho a la autodeterminación", señaló la misión Cubana en su comunicado.
Desde su llegada a la Casa Blanca en enero de 2017, Donald Trump ha endurecido la política hacia Cuba con reducciones del personal diplomático y la activación del título III de la Ley Helms Burton que permite demandas en tribunales estadounidenses por bienes expropiados tras la Revolución y sanciones a los hoteles de la isla, aumentando el alcance del embargo económico y comercial.
En junio, la Administración de EE.UU. prohibió los viajes en crucero a Cuba y limitó aún más las posibilidades de viaje a la isla para ciudadanos estadounidenses, aunque los vuelos comerciales entre ambos países siguen operando con normalidad.
Además, el pasado viernes Washington anunció nuevas medidas que limitan a 1.000 dólares por trimestre la cantidad que los cubanos residentes en su territorio pueden enviar a sus familiares en Cuba a través de remesas.
El endurecimiento de las sanciones se ha dejado notar en la isla, entre otros ámbitos en el turismo, con un descenso de las visitas.