Las autoridades italianas informan de que este viernes se ha experimentado un ligero repunte de muertes con respecto a este jueves (que fueron 525), lo que deja un total de 22.745 fallecidos. Se rompe así la tendencia a la baja que se estaba dando en los últimos días en lo que respecta a las defunciones. 

En los casos, sin embargo, sí que hay mejoría con respecto al pasado boletín (donde se presentaron 3.786). Esta vez se han dado 3.493 contagios que se sumarían a un total de 172.434 contagiados en todo el país. 

La región más afectada sigue siendo Lombardía, que ha tenido 1.041 nuevos contagios haciendo un total de 64.135.

Esta vez la segunda zona donde más casos se han dado en el último día no ha sido Emilia-Romaña (con 348 infectados), sino Piamonte con 348. Aun así, en cuanto a números totales, Emilia-Romaña sigue siendo la segunda área de Italia más perjudicada con 21.834. Preparándose para entrar en la fase dos

Italia ya está tomando medidas para la entrada en la llamada fase 2, cuando se aligeren los confinamientos y reabran algunas actividades. De hecho, este mismo viernes ha aprobado el uso de una app para detectar si se ha estado cerca de una persona con síntomas de coronavirus.

Aun así, Italia deberá iniciar la desescalada del confinamiento nacional "con gran cautela" y con pruebas continuas a la población para controlar cualquier indicio de un incremento en los contagios por coronavirus, según aconsejó hoy el Instituto Superior de Sanidad.

"La fase de reapertura deberá realizarse con gran cautela, controlando en todo momento los nuevos contagios. Tendremos que reorganizar nuestra vida, nuestros hábitos en el transporte, en el trabajo y en las actividades diarias", afirmó el presidente de este instituto, Silvio Brusaferro, en una rueda de prensa.

Por ahora, el Gobierno italiano ha decretado el confinamiento nacional hasta el 3 de mayo para intentar contener el coronavirus, que ha causado ya más de 22.000 fallecidos en el país. "Será necesario verificar los factores de riesgo dentro del lugar de trabajo y utilizar herramientas como el distanciamiento social" o incluso "barreras físicas", añadió Brusaferro acerca de la etapa posterior.

Destacó que las personas con síntomas son cada vez menos a medida que disminuye la curva de transmisiones a nivel nacional, pero pidió no bajar la guardia y subrayó que el número de infectados varía enormemente entre regiones.