Desde el inicio de la crisis del coronavirus, las mascarillas han sido un bien preciado y escaso, también objeto de debate. ¿Cómo debemos ponérnoslas? ¿Las debe llevar toda la población? La postura sobre el uso generalizado de mascarillas cambia a medida que sabemos más del coronavirus y comienza la desescalada de medidas. Aunque la OMS aún no es cauta, entidades como Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ya recomiendan el uso de mascarillas a la la población general. 

También lo hacen gobiernos como el de Alemania, que ya ha comenzado el periodo de "nueva normalidad" –reactivar gradualmente la economía con un virus latente– y decretará el uso obligatorio de mascarillas desde el próximo lunes.

Mientras nos acostumbramos a incluirlas en nuestra rutina, hemos recopilado algunas imágenes alrededor del mundo.

Un hombre lleva una mascarilla personalizada con el logo del grupo ACDC, en Zaragoza, y una diputada nacionalista italiana luce la bandera del país en el Parlamento. Muchas personas ya se han lanzado a customizar su propia mascarilla, ante la previsión de que será obligatorio o al menos recomendable llevarlas durante los meses venideros. Debido a la alta demanda y escasez, en todo el mundo se están llevando a cabo numerosas iniciativas para coser mascarillas de forma solidaria. Aquí te explicamos, paso a paso, cómo fabricar la tuya. 

Incluso quienes protestan contra el confinamiento son conscientes de la importancia las mascarillas. En la imagen, un seguidor del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, lleva una mascarilla personalizada durante una protesta para exigir la reapertura del comercio en el estado de Sao Paulo, que alargó recientemente el periodo de restricciones por el coronavirus.

La actitud de los líderes religiosos ante el coronavirus sirve como ejemplo a los miembros de su comunidad. La mayoría sigue las recomendaciones, como este monje que lleva mascarilla en Ginza, Tokio, o el sacerdote ortodoxo que participa en una ceremonia de Pascua en Jerusalén. En estas fechas comienza el Ramadán, que más de mil millones de musulmanes vivirán desde sus casas en una situación sin precedentes.

Un hombre pone una mascarilla a su perro en El Cairo, Egipto, este 12 de abril. Aunque el patógeno provenga de animales, los perros son muy poco propensos al contagio, según han concluido investigadores del Laboratorio de biotecnología veterinaria y el Centro de contención, control y prevención de enfermedades en animales de China. En el país asiático, según cuenta el periodista Zigor Aldama, en un inicio se abandonaron e incluso asesinaron mascotas ante el temor de que pudieran transmitir la enfermedad

Un niño juega al fútbol sin quitarse la mascarilla este 12 de abril en Hong Kong, durante las vacaciones de primavera. China, el país que fue el primer epicentro de la pandemia –especialmente China continental, en Hong Kong se alcanzaron unos 1.000 contagios–, está volviendo a la normalidad. Wuhan, la ciudad en la que surgió el brote, levantó la cuarentena el pasado 8 de abril, aunque las medidas de distanciamiento social seguirán vigentes durante un largo periodo.

Mascarillas en el paisaje urbano y obras de arte

Vista de la escultura del poeta Carlos Drummond de Andrade y del cantautor brasileño Dorival Caymino con mascarillas este 23 de abril, en Río de Janeiro. El jueves, el Ayuntamiento puso mascarilla a estas estatuas, así como a la del capitán de la mítica selección brasileña de 1958 Hilderaldo Bellini y el cantante Cartola para concienciar a los brasileños sobre el uso de mascarillas,  que ha comenzado a a ser obligatorio en la ciudad.

Muchas obras de arte urbano lucen ahora con mascarillas, como es el caso de este mural en la ciudad de Ipoh, en Masalasia. Incluso hay quien pone mascarillas y guantes a los maniquís, como en esta tienda de de Winter Park, Florida, cuyo escaparte ahora tiene mascarillas con el mensaje 'quédate en casa' para concienciar a la población.

Esta obra del Covid Art Museum muestra "El beso" de Lichtenstein con mascarillas y  forma parte de las piezas que se pueden ver en el primer museo digital de arte creado en la cuarentena, que busca recoger el testimonio artístico surgido en la pandemia. "Supone un gran punto de inspiración porque al final los artistas están contando lo que están viviendo. Es una situación excepcional e histórica. Se despiertan estímulos nuevos que arrancan a la gente a contar y crear cosas nuevas", opinan los creadores de la iniciativa.