Ucrania rechazó hoy categóricamente un posible diálogo directo con los prorrusos del Donbás, pero aceptó negociar un cese del total del fuego tras mantener consultas con sus socios occidentales, Alemania y Francia, y con el principal aliado de los separatistas, Rusia.

"Hemos acordado que el Grupo de Trabajo discuta lo antes posible los detalles de un cese al fuego total y determinar la fecha en la que será declarado", dijo en rueda de prensa telemática el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitri Kuleba.

Este fue el principal resultado de la videoconferencia celebrada hoy entre los ministros de Exteriores del Cuarteto de Normandía (Rusia, Ucrania, Francia y Alemania).

CESE DE LAS HOSTILIDADES

A día de hoy, el Grupo de Trabajo, que se reúne varias veces al año en Minsk, es la única plataforma en la que Kiev y los separatistas negocian, aunque sea con mediación de la Organización para la Seguridad de Cooperación en Europa (OSCE).

"El Grupo de Trabajo sigue siendo el mecanismo clave para la búsqueda de soluciones mutuamente aceptables que deben conducir al cese del conflicto y a la desocupación de nuestros territorios", subrayó Kuleba.

Por su parte, el ministro de Exteriores de Alemania, Heiko Maas, expresó su confianza en que dicho cese al fuego sea "duradero", "amplio", "comprobable" y "merezca ese nombre".

El cese total de las hostilidades en el este de Ucrania fue uno de los nueve puntos acordados en la cumbre de diciembre en París, escenario del histórico primer encuentro entre los presidentes ruso, Vladímir Putin, y ucraniano, Vladímir Zelenski.

No obstante, desde entonces, aunque no ha habido enfrentamientos militares a gran escala, no han cesado ni las escaramuzas ni los bombardeos de artillería, ni tampoco los disparos de francotiradores a ambos lados de la línea de separación de fuerzas.

De ello, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, culpó directamente a Ucrania, a cuyas fuerzas acusó de atacar en los últimos cuatro meses en una "veintena de ocasiones" a localidades controladas por los insurgentes.

Mientras, aseguró, la población civil situada en la zona controlada por el Ejército ucraniano no sufrió "ni un solo ataque".

Eso sí, Kiev ha denunciado innumerables violaciones del alto el fuego por parte de la artillería prorrusa y numerosas bajas entre sus soldados a manos de francotiradores separatistas y mercenarios rusos.

Desde la firma de los Acuerdos de Minsk de febrero de 2015, que pusieron fin a la guerra, ambos bandos han suscritos numerosas treguas, pero todas han tenido fecha de caducidad.

Según la ONU, más de 13.000 personas, entre combatientes y civiles, han muerto en los últimos seis años en el Donbás.

DIÁLOGO ENTRE KIEV Y PRORRUSOS

Lavrov instó hoy a Kiev a entablar negociaciones directas con los separatistas prorrusos en el Donbás con el fin de cumplir con lo acordado en París y desatascar el proceso de arreglo pacífico del conflicto.

"Vemos que problemas hay en ambas partes. Pero el principal y lo dije hoy es la ausencia de una respuesta clara a la pregunta de si Kiev está dispuesto a entablar un diálogo directo con Donetsk y Lugansk como exigen los Acuerdos de Minsk", dijo Lavrov durante una rueda de prensa.

Kuleba respondió que Kiev nunca se ha negado a dialogar "con los ucranianos que viven en los territorios ocupados".

"Más aún, deseamos ese diálogo, pero nosotros no debemos hablar con esas formaciones ilegales que no están autorizadas a representar los intereses de los ucranianos en los territorios ocupados y de los desplazados que tuvieron que abandonar la zona de conflicto", señaló.

NUEVA CUMBRE DE NORMANDÍA

Por todo ello, Kuleba reconoció que era "prematuro" hablar de convocar una nueva cumbre de Normandía, en lo que coincidieron tanto Maas como Lavrov.

El ministro ruso admitió que en estos meses no ha habido logros "concretos" en lo que se refiere a la conocida como "fórmula Steinmeier", que contempla la convocatoria de elecciones en el Donbás y la concesión del autogobierno a los separatistas si la votación es considerada democrática.

Al respecto, destacó que el objetivo de los prorrusos es lograr un "estatus especial en el seno del Estado ucraniano", aunque las autoridades separatistas en Donetsk y Lugansk no han ocultado que aspiran a formar parte de la Federación Rusa.

Lavrov criticó a Zelenski por negarse a la propuesta que fue planteada en París de separación de fuerzas a lo largo de todo el frente y limitarse sólo a tres sectores, que ni siquiera han sido establecidos.

En total, destacó que los cuatro ministros de Exteriores constataron que sólo se ha cumplido uno, y sólo parcialmente, de los nueve puntos consensuados en la cumbre de diciembre.

Se refería a los canjes de prisioneros de guerra efectuados en diciembre de 2019 (200 prisioneros) y en abril pasado (una veintena).

CUMPLIR LO ACORDADO EN PARÍS

Maas consideró que, pese a la pandemia del coronavirus, que también ha golpeado el Donbás, sería sencillo aplicar algunos de los puntos consensuados en la capital francesa, condición indispensable para la celebración de una nueva videoconferencia en mayo y una cumbre en un futuro a medio plazo en Berlín.

"Estos compromisos no deben echarse a perder por la falta de acción y en los últimos tiempos ha habido demasiados retrasos que han llevado a que muchos puntos ya acordados y que parecen practicables no se hayan hecho realidad, con el coste para las personas que viven allí", aseveró.

En concreto, se refirió a la apertura de nuevos puntos de paso en la denominada línea de contacto -sólo hay cinco en más de 400 kilómetros de frente- entre la zona controlada por el Gobierno ucraniano y la gestionada por los separatistas prorrusos.

Maas también llamó a garantizar el acceso de los observadores de la OSCE en todo el territorio bajo control separatista y añadió que no se puede "abusar" de la pandemia para impedir su trabajo.

Lavrov rechazó esas críticas y llamó a no politizar este asunto, aludiendo que las nuevas medidas introducidas por las autoridades separatistas son puntuales y buscan garantizar la seguridad sanitaria en la zona bajo su control.

En cuanto a un nuevo canje en el Donbas, Kiev pidió a Moscú realizar un nuevo intercambio de prisioneros como el efectuado en septiembre de 2019 para liberar a otros ucranianos encerrados en Rusia y en la península de Crimea.