Brasil ya es el tercer país con más casos detectados del mundo en un momento en el que se han registrado más de cinco millones de contagios a nivel global. Portugal e Italia avanzan en su desescalada mientras los griegos vuelven a las playas, adaptándose a la nueva realidad. Bélgica, Austria y Corea del Sur han reabierto los colegios, aunque con limitaciones, mientras desde Nueva Zelanda llega una sugerencia: trabajar cuatro días a la semana.

Te resumimos lo más destacado:

Uno de los protagonistas de esta semana ha sido Brasil, que se ha convertido en el tercer país del mundo con más casos de coronavirus detectados, más de 310.000, solo por detrás de EEUU y Rusia.

Con una población de más de 200 millones de habitantes, el país concentra sus principales focos en los estados de Sao Paulo y Río de Janeiro, el primero y tercero más poblados del país. Mientras tanto, el presidente Jair Bolsonaro, uno de los líderes mundiales que más escépticos se han mostrado públicamente sobre el virus, no se ha desplazado ni un milímetro de su posición inicial: el país, insiste, no puede parar.

El continente americano es ahora el gran epicentro de la pandemia, que a nivel mundial ya ha superado los cinco millones de casos. Y sigue batiendo récords: la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recibido la mayor cantidad de casos notificados en un solo día hasta ahora, más de 106.000. "Todavía tenemos un largo camino por recorrer en esta pandemia", advirtieron desde el organismo internacional.

Estos días también se ha celebrado la Asamblea Mundial de la Salud, el mayor órgano de toma de decisiones de la OMS. Cientos de delegados de los países miembros se reunieron virtualmente el lunes y el martes con una agenda marcada por la pandemia, mientras Donald Trump aprovechaba para redoblar sus ataques contra la OMS. Horas después de amenazar con la retirada total de EEUU de la organización, los países miembros acordaron pedir que se inicie lo antes posible una investigación del origen del virus así como "una evaluación imparcial, independiente y exhaustiva" de la respuesta internacional coordinada por la agencia de Naciones Unidas. Una primera evaluación independiente considera que la OMS ha actuado con mayor rapidez que con el SARS y condena la "politización" de la pandemia.

Mientras, en Europa, continúan los pasos hacia la "nueva normalidad", con una vuelta de tuerca más a la desescalada en Portugal e Italia. Desde el pasado lunes, nuestros vecinos lusos pueden disfrutar de cafeterías y bares, así como de las clásicas pastelerías, las tiendas de hasta 400 metros cuadrados, los museos y las galerías de arte. Además, han vuelto a abrir las guarderías y los institutos para alumnos de bachillerato, que regresan a las aulas entre nuevas medidas de seguridad. Los portugueses han sido por lo general bastante escrupulosos a la hora de salir de casa, así que el mensaje de las autoridades se centra ahora en pedirles que regresen a la calle para revitalizar la economía.

El lunes también fue el día de la gran reapertura en Italia, que, a diferencia de Portugal, ha sido uno de los países europeos más golpeados por el virus. Tras 69 días de confinamiento, las autoridades han permitido la apertura de casi todos los comercios, bares, restaurantes y peluquerías, además de eliminar las restricciones de movimiento dentro de cada una de las regiones. Las miradas siguen fijas en la evolución del brote: según las autoridades sanitarias, la curva epidemiológica del coronavirus continúa bajando tras el inicio de la desescalada el 4 de mayo, pero advirtió que es "posible el aumento de casos en las próximas semanas".

Uno de los retos que Italia tiene ahora por delante es abordar el impacto en la salud mental de la población: los psicólogos alertan de que ocho de cada diez italianos demandan asistencia debido a la pandemia. La pérdida de seres queridos por la enfermedad, las consecuencias del aislamiento físico, el miedo a contagiarse, la angustia por los problemas económicos... Si los países no toman medidas pueden ser testigos de una crisis de salud mental a gran escala, según ha advertido la ONU.

La semana nos ha dejado algunas imágenes como esta: las playas griegas llenas de sombrillas que supuestamente deben guardar entre sí varios metros de distancia. En Grecia, que ya ha comenzado su tercera fase de desconfinamiento, hemos visto a gente tomando el sol mientras un dron advierte: "mantenemos la distancia, respetamos la salud pública". Además de estrenar sus playas, los griegos ya pueden viajar libremente por el país y acudir a centros deportivos y de ocio. Ahora, la mirada está puesta en el turismo internacional, que tal vez pueda regresar a partir de julio.

También seguimos con un ojo en Rusia, que esta semana ha superado su máximo de fallecidos en un día, aunque el número de personas que han muerto con el virus sigue siendo muy inferior al de otros países con niveles de contagio similares. Moscú, el gran foco de infecciones dentro del país, comenzará una tímida desescalada a partir del próximo lunes, con la apertura de los centros de gestión de servicios públicos a la población, según ha explicado el alcalde de la ciudad. Pocos días después, el jueves, Escocia iniciará su desconfinamiento, un proceso de cuatro fases que comenzará permitiendo las salidas a espacios públicos y los encuentros limitados. El Gobierno británico se encuentra trabajando contra reloj para tener listo un sistema de rastreo de contactos antes del 1 de junio, cuando Inglaterra prevé comenzar a reabrir algunas escuelas.

Además, seguimos viendo cómo algunas escuelas viven su peculiar "vuelta al cole". En Bélgica han podido sentarse en sus pupitres los alumnos de sexto de primaria y último curso de secundaria. Las indicaciones de las autoridades son que una clase tenga un máximo de 10 estudiantes, que contarán a su alrededor con 4 metros cuadrados, y también se debe guardar la distancia durante el recreo. Igualmente, Austria ha retomado las clases presenciales este lunes para los escolares de entre 6 y 14 años. Las autoridades han ideado un sistema de dos turnos para restringir el numero de alumnos por clase, dividiéndolos en grupos y alternando la asistencia en dos bloques: los lunes, martes y miércoles o jueves y viernes.

Esta semana también ha sido el turno de los estudiantes de bachillerato de Corea del Sur, pero la reapertura de las escuelas secundarias estuvo empañada por dos nuevos casos de coronavirus entre los alumnos de Seúl y algunos centros mandaron a casa a los jóvenes casi tan pronto como cruzaron las puertas. Y de Corea del Sur a China, porque esta semana las autoridades han puesto en cuarentena a la ciudad de Shulan, en la provincia noreste de Jilin, que hace frontera con Rusia y Corea del Norte. Tras un repunte de casos de coronavirus, se han impuesto medidas de confinamiento similares a las de Wuhan.

"La COVID nos ha enseñado muchas cosas, entre ellas la flexibilidad laboral y el teletrabajo", ha dicho la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern. La líder laborista, que ha recibido elogios por su gestión del brote, ha sugerido que los trabajadores consideren una semana laboral de cuatro días y otras opciones de trabajo más flexibles para permitir la conciliación de las familias y fomentar el turismo interno en el país. Lo ha hecho en un vídeo y de manera informal, pero el debate ya está abierto.

La "nueva normalidad" sigue dejando algunas imágenes curiosas, como este concierto que se ha celebrado Sídney. Hubo cantantes, hubo música en directo... pero los fans tuvieron que quedarse en sus coches para disfrutarlo:

Going to a gig is still a long way off but now there is a new way to see live music while still staying safe. Concerts from your car have started to pop up all over the world including at Tempe. https://t.co/OF81oZFF1j @myleehogan @caseydonovan #7NEWS pic.twitter.com/w3xUhT8S4y

— 7NEWS Sydney (@7NewsSydney) May 21, 2020

África ha superado los 100.000 casos confirmados de COVID-19. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha dicho esta semana que el mundo tiene "lecciones" que aprender sobre las "medidas preventivas muy valientes" tomadas por algunos países africanos para contener la propagación del coronavirus.

Nos despedimos muy pendientes de India y Bangladesh. Ambos países se han enfrentado a un doble desafío: evacuar a tres millones de personas por un ciclón mientras combaten el virus. Se trata del Amphan, un ciclón considerado "extremadamente severo" que alcanzó la costa india este miércoles y ya ha causado estragos en los dos estados del sudeste asiático, dejando más de 100 víctimas mortales. Este viernes, además, India ha registrado el mayor aumento de casos de COVID-19 en 24 horas.