El Parlamento Europeo acaba el (pen)último capítulo de la saga del Brexit

Se pactó en Nochebuena. Entró en vigor el 1 de enero. Pero no ha sido hasta este miércoles –se votó el martes pero se ha conocido la votación al día siguiente– cuando el Parlamento Europeo ha ratificado el acuerdo sobre comercio y cooperación que marca las reglas de juego entre la UE y Reino Unido tras el Brexit. Y lo ha hecho por una mayoría amplísima que también se ha visto en un hilo conductor en la mayoría de los discursos: los eurodiputados han pedido durante los debates vigilancia las instituciones europeas porque desconfían del Gobierno de Boris Johnson.

La votación sobre el acuerdo ha quedado así: 660 votos a favor, 5 en contra y 32 abstenciones. Y, sobre las negociaciones en su conjunto, ha registrado alguna abstención más –entre ellas las de UP y La Izquierda–: 578 votos a favor, 51 votos en contra y 68 abstenciones.

No en vano, la UE ha vuelto a llevar a Boris Johnson ante la Justicia europea por saltarse el acuerdo del Brexit con Irlanda del Norte. A mediados de marzo Bruselas abrió un proceso de infracción al Gobierno de Boris Johnson alegando una quiebra en el acuerdo del Brexit al posponer unilateralmente las moratorias de controles aduaneros en el mar de Irlanda.

Eso sí, el Gobierno británico ha reaccionado a la votación del Parlamento Europeo a través de primer ministro, Boris Johnson: "Esta semana se ha dado el paso final de un largo viaje, dando estabilidad a nuestra nueva relación con la UE como socios comerciales vitales, aliados cercanos y soberanos iguales. Es el momento de mirar hacia el futuro y construir una Gran Bretaña más global".

Su negociador, David Frost, ha tuiteado: "Esperamos que ahora podamos empezar un nuevo capítulo juntos como europeos, caracterizado por la cooperación entre soberanías iguales".

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha afirmado ante el pleno del Parlamento Europeo que el Acuerdo de Comercio y Cooperación con el Reino Unido "representa la unidad, la responsabilidad y la solidaridad dentro de la UE para proteger los intereses de nuestros ciudadanos y nuestra Unión. Este acuerdo protege los derechos de nuestros ciudadanos y la integridad del mercado único. Nos dará las herramientas que necesitamos para asegurar el pleno y fiel cumplimiento de las obligaciones, que ambas partes suscribieron. Y centrará las mentes en encontrar soluciones pragmáticas donde se necesiten, más urgentemente en torno al Protocolo sobre Irlanda/Irlanda del Norte. El siguiente paso es acordar mutuamente las rutas de cumplimiento, con plazos e hitos concretos".

"En estos cuatro años, hemos visto muchos cambios: ya sea en presidentes y primeros ministros, en plazos y líneas rojas, o en diferentes definiciones de lo que realmente significa el Brexit. Pero al fin y al cabo, lo que están votando hoy es trascendental por lo que representa y por lo que asegura. Representa la unidad, la responsabilidad y la solidaridad dentro de la UE para proteger los intereses de nuestros ciudadanos y de nuestra Unión", afirmó Von der Leyen.

El negociador jefe de la UE para el Brexit, Michel Barnier, por su parte, ha sostenido que "todo el mundo debe asumir la responsabilidad de lo que se ha firmado" y recordó las palabras de la diputada laborista asesinada en vísperas del referéndum de 2016, Jo Cox, quien decía que la UE y el Reino Unido "tienen más en común que lo que les divide".

"El Brexit es un aviso y es un fracaso de la UE. Tenemos que aprender lecciones de ello como políticos en las instituciones y en las capitales. ¿Por qué un 52 % de los británicos votó en contra de la UE?", se preguntó Barnier, quien alertó de razones como "la tensión social y el enfado" y recordó que el deber de los políticos es "escucharles y entenderles".

La presidenta de los socialistas europeos en la Eurocámara, Iratxe García, ha apostado por profundizar en la integración europea: "Con el Brexit consumado, ha llegado el momento de la Unión Europea y dar pasos hacia una autonomía estratégica que nos permita sobrevivir como actor de primer orden". Además, ha señalado que la emisión de deuda conjunta o el liderazgo contra el cambio climático, el pilar de derechos sociales, la Unión Europea de la salud o la regulación frente a los gigantes tecnológicos, "serían impensables con el Reino Unido". 

Iratxe García y ha subrayado que “el Brexit representa la gran mentira de la derecha británica. Cuatro meses de separación muestran que la Europa de las fronteras no es más que el dolor del nacionalismo de siempre". En este sentido, ha pedido a la Comisión que “si Londres continúa incumpliendo los controles fronterizos entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido, siga adelante con las represalias previstas en los tratados del Brexit".

En el lado conservador, el presidente de los populares en la Eurocámara, el alemán Manfred Weber, también ha sido crítico con Downing Street: "Votaremos a favor del acuerdo de libre comercio postBrexit. Pero nos preocupa su implementación, porque no confiamos en el Gobierno de Boris Johnson. La Comisión Europea  debería utilizar todas las herramientas para garantizar la aplicación adecuada del acuerdo y evitar más violencia en Irlanda del Norte. Esperamos que en el futuro fortalezcamos nuevamente la relación UE-Reino Unido. Llegará una nueva generación al Reino Unido que comprenderá la necesidad de estrechar los lazos con la UE para abordar los desafíos globales. Cuando llegue esta generación, nuestra puerta estará abierta y le daremos la bienvenida".

El pleno del Parlamento Europeo ha decidido su posición sobre el Acuerdo de Comercio y Cooperación entre la Unión Europea y el Reino Unido y sobre el Resultado final de las negociaciones. Podemos ha votado a favor del primero y se ha abstenido en el segundo. "El acuerdo sobre la futura relación entre la Unión Europea y Reino Unido no es ideal, pero evita una ruptura más grave que, en última instancia, pagaría la ciudadanía después de años de confusión e incertidumbre", ha señalado Idoia Villanueva, eurodiputada de Podemos y miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento.

Sira Rego, portavoz de IU en la Eurocámara, ha sostenido: "La pérdida de la libertad de circulación implica una regresión de derechos. Necesitamos garantizar los derechos de los ciudadanos de la UE que viven en el Reino Unido, para que no sean discriminados por el trabajo o para ayudarlos a superar los problemas de documentación".

El vicepresidente de Renew Europe y eurodiputado de Ciudadanos, Luis Garicano, ha afirmado: "Es un día triste mientras votamos el acuerdo entre el Reino Unido y la UE: tres millones de ciudadanos comunitarios en el Reino Unido y 1,3 millones de británicos en la UE, de la noche a la mañana, pasan de ciudadanos a inmigrantes. Sin libertad de movimientos, ni Erasmus, ni portabilidad de la Seguridad Social y con los derechos laborales restringidos".

El copresidente de los Verdes, Philippe Lamberts, ha dicho en el debate, por su parte: "Independientemente de lo que el gobierno del Reino Unido esté tratando de hacer para sacar a su gente de Europa, estamos vinculados por la geografía, la historia y la cultura. Debemos recordar que estamos en un solo barco y tenemos que trabajar juntos para enfrentar los desafíos que tenemos en común".

“Ningún acuerdo de este tipo es mejor que unirse a la UE. El Brexit nunca fue nuestra elección. Pero dadas las circunstancias, este acuerdo ayuda a mantener la integridad del mercado único y la unión aduanera al tiempo que garantiza la protección de los consumidores europeos. Este acuerdo, junto con el Acuerdo de Retirada, también tiene como objetivo limitar las consecuencias del Brexit sobre el acuerdo del Viernes Santo. El Gobierno del Reino Unido debe ser honesto sobre los efectos del Brexit en la población de Irlanda del Norte. Mantener la paz en Irlanda del Norte debe ser un elemento central de la aplicación del Acuerdo de Comercio y Cooperación y del Acuerdo de Retirada".

"Ahora le toca a la Comisión prevenir el dumping social, fiscal y ambiental. El Reino Unido no debe convertirse en un Singapur en el Támesis. La UE deberá garantizar que el acceso al mercado único de servicios financieros esté condicionado a los compromisos del Reino Unido sobre cooperación fiscal y lucha contra el blanqueo de capitales. Debemos seguir luchando por los derechos de los ciudadanos europeos y británicos en ambos lados del Canal. La votación de hoy no debería ser el final de nuestra historia común, sino el comienzo de un nuevo capítulo que esperamos que algún día traiga a nuestros amigos británicos de regreso a la UE", ha afirmado.