Dos muertos en las protestas en Colombia contra la reforma fiscal del Gobierno

Las protestas de este miércoles en Colombia, que llevaron a las calles a decenas de miles de personas descontentas con la reforma fiscal presentada por el Gobierno al Congreso, han dejado dos muertos, 26 detenidos y 44 policías heridos, así como cuantiosos daños materiales por acciones vandálicas, según las autoridades.

Los episodios más tensos se vivieron en Cali (suroeste), donde la jornada comenzó caldeada después de que un grupo de indígenas Misak derribaran la estatua del fundador de la ciudad, el conquistador español Sebastián de Belalcázar.

El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, ha destacado el "derecho a manifestarse contra políticas del Gobierno nacional", pero ha lamentado que mientras unos protestaban, "otras personas de manera premeditada, irresponsable y criminal (.

..) actuaron para vandalizar la amada Cali".

Según el alcalde, los "vándalos se dividieron la ciudad en diferentes áreas" y actuaron en el oriente "donde desafortunadamente una persona murió en hechos no esclarecidos vinculados con la manifestación".

Otra persona falleció en Neiva, capital del departamento del Huila, en momentos en que participaba de la manifestación. Al parecer su fallecimiento fue causado por un ataque epiléptico y, según el hospital al que llevaron su cuerpo, no presentaba "perforaciones ni heridas de arma de fuego".

"Hoy hemos visto que el peor enemigo de la protesta social es el vandalismo y la violencia. No existe ninguna justificación para hacer actos de violencia que atenten contra los ciudadanos, la propiedad privada, la propiedad pública y la infraestructura de transporte", ha dicho el ministro del Interior, Daniel Palacios, al hacer un balance de la jornada.

Por su parte, el ministro de Defensa, Diego Molano, ha informado que hubo 44 policías heridos, 30 de ellos en Cali, y detalló que 26 personas fueron detenidas en seis ciudades del país, 19 de ellas en Bogotá.

La Policía y el Gobierno no han informado aún del número de civiles heridos, pero organizaciones sociales como la Campaña Defender la Libertad, que eleva a cuatro el número de fallecidos (tres de ellos en Cali y el otro en Neiva), habla de casi medio centenar de heridos en varios puntos del país.

En Bogotá un grupo de individuos atacó las instalaciones del canal de televisión RCN y de su canal internacional NTN24, acción que fue rechazada por la compañía en un comunicado.

"Desde Noticias RCN y NTN24 rechazamos el ataque sufrido en contra de las instalaciones del Canal RCN promovido y ejecutado por un grupo de violentos que ocurrió hoy a las tres de la tarde y que dejó daños materiales y puso en riesgo la integridad de periodistas y trabajadores que hacemos parte de este medio de comunicación", han denunciado los directores de ambos canales.

Con el "No a la reforma tributaria" impregnado en cánticos, pancartas, camisetas y afiches, los colombianos se han movilizado en las principales ciudades alegando que la reforma que impulsa el Gobierno del presidente Iván Duque es "hambre y miseria para el pueblo".

En Bogotá hubo movilizaciones en varios puntos en los que con banderas, pancartas, camisetas y globos, y al ritmo de batucadas, los manifestantes pidieron tumbar la reforma tributaria y clamaron contra el Gobierno, reclamando además una renta básica.

"Nos estamos movilizando en contra de la reforma tributaria que se viene discutiendo en el Congreso y exigiendo renta básica para las comunidades y para la gente de los barrios que ha sufrido con mayor fuerza las consecuencias de la pandemia", dijo a Efe Maribel Salamanca, procedente de las organizaciones sociales de Ciudad Bolívar, uno de los barrios más humildes de Bogotá.

La subida de impuestos a productos básicos de la canasta familiar o el progresivo aumento del impuesto a la renta a quienes ingresan 2,4 millones de pesos mensuales (unos 660 dólares) puede afectar a estas poblaciones, que han sido las más golpeadas económicamente por la pandemia.

El Gobierno alega que necesita cerrar el hueco que ha creado la pandemia en las arcas del Estado, y con la reforma tributaria espera recaudar 25 billones de pesos (unos 6.850 millones de dólares).

La protesta nacional fue motivo de controversia debido a que Colombia atraviesa su tercer y peor pico de la pandemia, con diez días seguidos acumulando más de 400 muertes por COVID-19, e incluso este miércoles se ha alcanzado un récord de 490 defunciones.

Pese a que el martes un tribunal decidió suspender "hasta conseguir la inmunidad de rebaño" cualquier protesta en el país, los sindicatos mantuvieron el llamado a la movilización de este miércoles, que consideran "un derecho universal consagrado en la Constitución política y que no puede ser restringido por ninguna autoridad", según dijo a Efe el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Francisco Maltés.

Los mayores desmanes ocurrieron en Cali, donde fueron atacados comercios y oficinas, a algunas de las cuales encapuchados les prendieron fuego, lo mismo que a un autobús de servicio público. En Medellín también hubo desórdenes y destrucción de bienes públicos.

En Bogotá las manifestaciones que comenzaron con algún pequeño altercado en el sur de la ciudad, transcurrieron de una manera pacífica y casi festiva, pero acabaron con disturbios con la Policía en la Plaza de Bolívar, donde confluyeron varias de las marchas.

Ya entrada la noche en distintos barrios de Bogotá se escucharon cacerolazos de apoyo a la protesta y en rechazo a la impopular reforma fiscal del Gobierno que, todo indica, se hundirá en el Congreso.