España, segundo país de la OTAN que menos porcentaje de PIB dedica a defensa

España destinó al gasto militar el 1,09% de su PIB durante 2022, lo que lo sitúa como el segundo país de la OTAN que menos proporción invirtió en defensa, solo por detrás de Luxemburgo, según los datos provisionales publicados este martes por la Alianza Atlántica. En 2021 España había destinado a la inversión militar el 1,04% de su PIB.

El informe anual de la OTAN, con cifras estimadas de gasto en defensa para 2022, apunta a que los aliados europeos y Canadá invirtieron de media el 1,65% de su PIB en los ejércitos ese año, en ligero retroceso frente al 1,67% de 2021.

La invasión de Ucrania ha alterado notablemente el panorama y España anunció en sus presupuestos de 2023 un aumento del 25% en el gasto militar y espera alcanzar el 2% entre 2027 y 2029.

En la cumbre de líderes de la OTAN celebrada en Gales en 2014 se acordó que los miembros de la organización debían avanzar para destinar el 2% de su PIB al gasto militar en 2024.

Se espera que ese objetivo se revise y actualice en la cumbre que los mandatarios de la Alianza celebrarán el próximo julio en Vilna, ya que la fecha límite fijada en Gales se aproxima y la invasión rusa de Ucrania ha llevado la guerra de vuelta al continente europeo.

Según los cálculos de la Alianza, solo siete de los 29 aliados con ejército (Islandia no tiene un ejército permanente) cumplieron en 2022 con el objetivo del 2%. Fue el caso de Estados Unidos, Grecia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia y Reino Unido. De acuerdo con las cifras de la OTAN, Luxemburgo (0,62 %) es el Estado miembro que menos porcentaje de PIB invierte en Defensa.

El informe señala que los aliados europeos y Canadá incrementaron por octavo año consecutivo su gasto militar, que creció un 2,2% en términos reales entre 2021 y 2022.

Desde 2014, cuando acordaron acelerar sus esfuerzos tras la anexión de la península ucraniana de Crimea por parte de Rusia, Canadá y los miembros europeos de la OTAN han gastado 350.000 millones de dólares adicionales en Defensa.

"Desde 2014, los aliados han incrementado el gasto en Defensa y nos estamos moviendo en la dirección adecuada, pero no nos estamos moviendo tan rápido como exige el mundo peligroso en el que vivimos", dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, durante una rueda de prensa en la que ha presentado el informe.

Stoltenberg considera "obvio" que se necesita "hacer más y hacerlo más rápido". En ese sentido, dice esperar que en la cumbre de Vilna los aliados acuerden una nueva meta de inversión en Defensa "más ambiciosa", en la que el 2% del PIB sea "un mínimo". También considera que hay "una necesidad inmediata" de alcanzar el 2% porque ha habido una década para llegar a esa cifra. "Espero que la mayoría de los aliados sean capaces de llegar al 2% muy rápidamente", ha señalado.

Si había "una necesidad de incrementar" la inversión en Defensa cuando Rusia se anexionó Crimea en 2014, la invasión total del año pasado demuestra que es "incluso más obvio ahora", ha dicho el secretario general. De este modo, considera que el nuevo objetivo de gasto que se acordará en Vilna debe tener en cuenta el mundo "más peligroso" del presente y el progreso logrado en la inversión militar los últimos años.

"Muchos aliados han anunciado aumentos significativos del gasto en Defensa desde la invasión rusa. Ahora estos compromisos deben convertirse en dinero efectivo real, contratos y equipamiento concreto", ha afirmado.

En términos absolutos, España invirtió en Defensa el año pasado 12.695 millones de euros, por encima de los 11.607 millones destinados en 2021. Por lo que respecta a la proporción de gasto en Defensa invertida en equipos militares, España cumple el objetivo marcado de llegar al menos al 20% y alcanzó en 2022 el 26,05%.

Estados Unidos, el aliado que más dinero gasta en Defensa en términos absolutos (722.799 millones de dólares), destinó el año pasado el 3,46% de su PIB a la inversión militar.

En total, la Alianza Atlántica calcula que la inversión en Defensa en 2022 fue de 1,052 billones de dólares estadounidenses, de los que solo 329.626 millones de dólares corresponden a Canadá y los aliados europeos.

"Incluso si la guerra en Ucrania terminara mañana, el entorno de seguridad ha cambiado para el largo plazo", ha señalado Stoltenberg. "La invasión de Putin el año pasado fue un shock, pero no una sorpresa. Fue la culminación de un patrón de acción agresiva y, en respuesta, desde la anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia en 2014, la OTAN ha puesto en marcha el mayor refuerzo de nuestra defensa colectiva en una generación", ha añadido.