Zelenski avisa de que la guerra durará hasta que Ucrania gane:

"Cuando ganemos, la guerra parará. Rusia la puede parar antes saliendo de nuestro territorio". Ese es el mensaje que ha lanzado Volodímir Zelenski a Vladímir Putin a su llegada al castillo de Mimi, en la localidad moldava de Bulboaca, donde va a participar en la reunión de la Comunidad Política Europea tras haberlo hecho por videoconferencia hace ocho meses. "¿Cuánto durará la guerra?", le han preguntado los periodistas. "Hasta nuestra victoria", ha contestado el presidente ucraniano, que está recibiendo armamento de la UE y otros socios para lanzar la contraofensiva con la que esperan que la guerra entre en una nueva fase y puedan darse las condiciones para una negociación de paz.

Zelenski, cuyo rostro refleja cansancio, ha sido el primer líder en llegar a la cumbre, que se celebra a apenas 20 kilómetros de la frontera con Ucrania, y es el que tendrá, junto a la anfitriona, Maia Sandu, una agenda más apretada aprovechando la cita para reclamar al resto de jefes de gobierno más apoyo y, en concreto, que le envíen cazas, un asunto que había sido tabú desde el inicio de la guerra, pero al que se ha abierto la puerta desde que EEUU dio el visto bueno al entrenamiento de los pilotos ucranianos.

La cita servirá de nuevo para arropar a Zelenski ante Vladímir Putin y también para lanzar al presidente ruso un mensaje de unidad desde una exrepública soviética que también ha iniciado el camino para sumarse a la UE y que está en el punto de mira del Kremlin, al que los aliados acusan de intentar desestabilizar el país. "A algunos kilómetros de Ucrania, mandaremos un fuerte mensaje de muchos países defendiendo el derecho internacional, el derecho de la gente a defender la soberanía de los países", ha expresado el alto representante, Josep Borrell, sobre la cita que alberga a la UE, pero también a cerca de una veintena de países europeos, desde los Balcanes o el Cáucaso hasta Reino Unido. "Rusia no está aquí no porque no queramos invitar a Rusia, sino porque Putin ha excluido a Rusia de esta comunidad lanzando este ataque injustificado contra Ucrania", ha sentenciado el jefe de la diplomacia europea.

Pero lo que Ucrania está recibiendo no es suficiente mientras el ataque de Rusia sigue. En su intervención ante los líderes, Zelenski ha recordado que en las últimas horas ha muerto una decena de personas, una de ellas un niño. El presidente ucraniano sigue pidiendo ayuda a los aliados. "Necesitamos un fuerte apoyo en el campo de batalla", ha destacado antes de precisar que uno de los asuntos que abordará con los líderes en los encuentros bilaterales serán senda coaliciones para los antimisiles Patriot y el envío de cazas, que por ahora sólo ha comenzado su andadura con el 'sí' a los entrenamientos de los pilotos. La ministra de Defensa, Margarita Robles, siempre ha dicho que España no estará en ese equipo porque no tiene los F-16 que pide Ucrania. Está previsto que este jueves mantenga un encuentro bilateral con Pedro Sánchez, que asumirá la presidencia rotatoria de la UE en un mes.

Mientras su país se enfrenta a la invasión rusa, Zelenski mira a los pasos que quedan por delante para la adhesión de Ucrania a la UE. En las próximas semanas la Comisión Europea dará su primera evaluación, aunque la más importante será a final de año. Aún así el camino es largo y los procesos de incorporación al club duran años en el mejor de los casos e incluso décadas. Por eso el presidente ucraniano ha vuelto a insistir ante los líderes de los 27 en la necesidad de que esa evaluación sea positiva.

Zelenski también apela a la OTAN. "Ucrania está lista para entrar en la OTAN. Estamos esperando a que la OTAN esté lista para tener a Ucrania", ha expresado el presidente ucraniano, que en su discurso ante el medio centenar de dirigentes que se han citado en Moldavia ha reclamado que la alianza atlántica invite en la próxima cumbre de Vilnius en el mes de julio formalmente a su país incorporarse. Los socios de la OTAN advierten de que ese escenario es imposible al tratarse de un país en guerra. Consciente de que ese camino es complicado, ha pedido "garantías de seguridad" no sólo para su país sino también para otros, como Moldavia, que tienen riesgo potencial, según ha señalado. Ese es el debate que tienen los aliados, cómo comprometerse con Ucrania más allá del envío de armamento.