El PP maniobra para retrasar la comparecencia de Sánchez en la Eurocámara por la presidencia de la UE

Primera consecuencia del adelanto electoral en Bruselas. El PP europeo maniobra para que se retrase la comparecencia de Pedro Sánchez para exponer las prioridades de la presidencia española de la UE ante la Eurocámara. El debate, previsto para el Pleno de julio en Estrasburgo, coincide con la primera semana oficial de la campaña electoral, al igual que la cumbre de la OTAN en Vilnius. La cumbre de la con los países latinoamericanos y caribeños será tan solo cinco días antes de los comicios.

Moncloa asegura que el adelanto electoral no afectará a las grandes citas de la presidencia, que España asume a partir del 1 de julio, pero los conservadores quieren que, al menos, el tradicional debate en el Parlamento Europeo con el jefe de gobierno que ostenta el mando rotatorio se posponga a septiembre.

Así se lo ha reclamado el jefe del PPE, Manfred Weber, a la presidenta, Roberta Metsola, en una carta en la que le pide que aplace a septiembre ese debate en el que el presidente de turno de la UE expone sus planes para el semestre. El argumento del portavoz conservador es que eso "permitiría a un recién elegido presidente presentar las prioridades del Consejo fuera de las batallas políticas domésticas". "Creo que este pequeño ajuste a nuestro calendario institucional reforzará la legitimidad del proceso y nuestra capacidad para cumplir con nuestras prioridades comunes", agrega el alemán en la carta adelantada por Politico.

El retraso de ese debate, que ya está formalmente sobre la mesa de Metsola, se tendría que aprobar en la próxima reunión de la Conferencia de Presidentes -el organismo análogo a la Junta de Portavoces del Congreso en la Eurocámara- en la que están representados los grupos políticos. El PP quiere evitar ese altavoz para Sánchez. Los conservadores europeos están volcados con Feijóo, cuya victoria supondría la recuperación de uno de los grandes países europeos en un momento en el que ha perdido mucho poder en buena medida por el auge de la extrema derecha.

No obstante, dada la fragmentación parlamentaria de los últimos años en España, nada hace prejuzgar que en septiembre haya un nuevo gobierno. La constitución de las Cortes el 17 de agosto dará, eso sí, pistas sobre las posibles mayorías que se pueden configurar dado que para elegir a las presidencias de las Cámaras tienen que fraguarse los primeros acuerdos de la legislatura. Sin embargo, el Congreso eligió a Patxi López en 2016 sin que luego se pactara un ejecutivo por lo que se repitieron las elecciones. Lo mismo ocurrió tras los comicios del 28 de abril de 2019.

En Moncloa no tienen previsto ningún cambio de planes, según apuntaron fuentes gubernamentales este mismo jueves a propósito del posible retraso de esa comparecencia para que no coincida con la campaña o para dar la posibilidad de que sea Alberto Núñez Feijóo quien exponga las prioridades españolas en la Eurocámara en caso de que haya un cambio de mayorías que le aúpen a la presidencia del Gobierno. "Vamos a ganar las elecciones", apostillaron esas fuentes.

En caso de que Feijóo consiga gobernar antes de que acabe el año, sería la tercera vez que se produce un cambio de gobierno mientras un país ostenta la presidencia rotatoria. Los antecedentes están en Francia e Italia en los años 90. Antes del adelanto electoral, el PP cargaba contra el Gobierno por que Sánchez no hubiera informado personalmente al jefe de la oposición sobre los preparativos del semestre. Sin embargo, en Moncloa sostienen que los conservadores tienen todos los datos a través de la comisión mixta para la relación con la UE del Parlamento y afean que el PP de Feijóo plantara al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, cuando citó a los eurodiputados españoles para darles detalles.