El secretario general de la ONU, António Guterres, avisó este martes que el mundo "no puede permitirse" una guerra en el golfo Pérsico y urgió a la moderación.
"Nos enfrentamos a la alarmante posibilidad de conflicto armado en el Golfo, cuyas consecuencias el mundo no puede permitirse", señaló Guterres en su discurso de apertura de la Asamblea General de Naciones Unidas.
El diplomático portugués calificó como "totalmente inaceptable" el reciente ataque contra refinerías saudíes, pero advirtió de que cualquier "pequeño error de cálculo puede llevar a una gran confrontación".
"Debemos hacer todo lo posible para impulsar la razón y la moderación", recalcó Guterres en su intervención ante los jefes de Estado y de Gobierno.
El jefe de Naciones Unidas confió en un futuro en que los países de la región puedan convivir con respeto mutuo y cooperación, "sin interferencias en los asuntos de los otros".
Asimismo, Guterres expresó su esperanza de que el acuerdo nuclear con Irán, roto por Estados Unidos, pueda preservarse.
La tensión entre Washington y Teherán llega como uno de los platos fuertes a la Asamblea General de la ONU, a la que asisten tanto el presidente estadounidense, Donald Trump, como el iraní, Hasan Rohaní.
Guterres, en la suerte de discurso sobre el estado del mundo con el que cada año se abre la Asamblea General, tocó además otras crisis actuales como la incertidumbre en la península coreana y respaldó la idea de una nueva cumbre entre Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-un.
También mencionó muy brevemente la situación en Venezuela, para destacar el éxodo de cuatro millones de personas como "uno de los mayores desplazamientos del mundo"; las tensiones entre India y Pakistán; y las guerras por resolver en Yemen, Libia o Afganistán.